Pasar al contenido principal

Eddie A. Ramírez S.

Las estrategias de la dirigencia opositora

Eddie A. Ramírez S.

La estrategia es el arte y la ciencia de conciliar los fines con los medios disponibles. Los estrategas militares no pueden depender de la suerte para intentar ganar una batalla, aunque alguno piense que “la fortuna favorece a los audaces”. Necesariamente se debe contar con una base mínima de recursos. Lo mismo es válido para los políticos, pero estos frecuentemente se engañan y engañan a sus seguidores con cuentos de camino. ¿Cuál es la estrategia de María Corina Machado, Antonio Ledezma, Capriles, los integrantes de la nanomesa, los usurpadores de las tarjetas de los partidos y del presidente (e) Guaidó?

María Corina es digna de admiración por ser una luchadora valiente. Contra viento y marea, ha venido incrementando su porcentaje de aceptación popular. ¿Cuál ha sido su estrategia? Seguir en la lucha frontal contra el régimen, pero fundamentalmente marcando distancia de otros líderes y partidos de la oposición. Para ello, critica lo que realizan otros dirigentes y ofrece una opción atractiva para los venezolanos desesperados que se sienten frustrados porque no se ha logrado salir de la usurpación.

El punto débil de su oferta de Operación Paz y Estabilidad (OPE), es que la misma requiere que venga a Venezuela una fuerza militar extranjera a sacarnos la castañas del fuego. Nuestros representantes lo han explorado en reuniones internacionales, pero ningún país ha estado dispuesto a intervenir. Tampoco reconoce que, inevitablemente, habría enfrentamientos con pérdida de vidas. Con todo respeto por ella, pensamos que quizá haya subido en número de simpatizantes, pero ha perdido en el nivel de los mismos. Por apostar al hoy, pone en riesgo su futuro político.

Antonio Ledezma también nos merece respeto por su lucha en contra del régimen. Fue el primer político que denunció la existencia de una dictadura, con presos políticos y exiliados. Es un político nato y por ello extraña que no acepte que su opción, similar a la de María Corina, no logra conciliar el fin con los medios. Para diferenciarse y mantener presencia en los medios a pesar de estar exiliado, realiza algunas críticas al resto de la oposición, unas sustentadas y otras no válidas.

Henrique Capriles también tiene méritos y es injusto descalificarlo, como hacen muchos, al achacarle la culpa por supuestamente no cobrar su victoria electoral en el 2013. Si hubiese convocado a la calle lo más probable es que la mayoría se hubiese retirado con los primeros asesinatos y lacrimógenas. En caso extremo también pudo ocurrir una gran matanza. Su estrategia parece ser mantenerse en la palestra. Sin embargo, su discurso es ambiguo. Critica al presidente(e) Guaidó sin mencionarlo. Pareciera que aboga por votar en la farsa de las parlamentarias, pero tampoco aporta elementos que la justifiquen.

Los integrantes de la nanomesa y los usurpadores de tarjetas no son verdaderos opositores. Este señalamiento no es solo por su posición de participar en la farsa de las parlamentarias, sino por declaraciones de sus miembros reconociendo a Maduro. Definitivamente optaron por cohabitar con el régimen y probablemente bien remunerados. Es la estrategia más clara y más inmoral.

El presidente(e) Guidó ha soportado una avalancha de críticas injustas y otras que sí tienen fundamento. La mayor acusación es que no cumplió con su oferta de poner fin a la usurpación. Este señalamiento es malintencionado, ya que no es un mago para tener los medios necesarios para lograr el fin. Tampoco otros han identificado una opción viable para contrarrestar el apoyo a Maduro por parte de la Fuerza Armada y del TSJ espurio. Su estrategia fue apoyarse en los miembros mayoritarios de la Asamblea Nacional. La misma puede lucir sensata, pero olvida que el país es más que el llamado G4. Está a tiempo. Sin descartar a los diputados, debe incluir a ciudadanos independientes y a ONG. Su equipo de comunicación luce sin punch suficiente. Un nuevo referendo tiene sus riesgos, ya que el del 16J fue exitoso, pero no se le vio el queso a la tostada. Su llamado a la unidad debió ser mucho antes. Tiene respaldo internacional y del Frente Amplio.

Solo la unidad de quienes persiguen el mismo fin y un lenguaje sin ambigüedades puede despertar el entusiasmo de la gente para volver a la calle no solo para reclamar por la ausencia de luz, agua, gasolina y gas, sino también para exigir elecciones presidenciales y parlamentarias transparentes con estricta supervisión internacional. María Corina, Ledezma y Capriles deben entender que en estos momentos es imprescindible apoyar al gobierno interino y colaborar con las rectificaciones que hagan falta. Tienen derecho a disentir, pero no a descalificar. Es la única estrategia con visos de éxito.

Como (había) en botica:

Las sanciones al régimen son imprescindibles para presionar por el cese de la usurpación. Sin embargo, sugiero a nuestra dirigencia que evalúe la posibilidad de que se pueda importar gasolina para aliviar el sufrimiento de la población.

Al diputado Requesens lo cambiaron de sitio de reclusión.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

Las tareas y sus dificultades

Eddie A. Ramírez S.

Las tareas a emprender son muchas y complejas. La destrucción ocasionada en todos los sectores por el régimen de Chávez-Maduro casi no ha dejado piedra sobre piedra. No contamos con un Hércules que limpie los excrementos para proceder a la reconstrucción. Nos corresponde a todos contribuir a enderezar entuertos, rehacer lo que sea necesario, sembrar nuevas ideas y tecnologías que han sido exitosas en otros lares y destruir las locuras que ha intentado imponer el régimen ¿Por dónde empezar? ¿Cuál es el grado de dificultad de cada tarea?

Recuperar la industria petrolera, los sectores agrícola y eléctrico, así como el suministro de agua es urgente y relativamente fácil de solucionar. Los recursos financieros se pueden conseguir con organismos internacionales y hay disponibilidad de los trabajadores y gerentes que se requieren. Depurar la Fuerza Armada también es urgente y sin mayores complicaciones. Sanear el Poder Judicial es urgente y espinoso. La salud, educación, ciencia y tecnología son más importantes a mediano plazo y más complejas de solucionar por déficit de personal.

La actividad petrolera se puede recuperar con un poco de voluntad. Como primer paso hay que contar con gran parte de los trabajadores que laboran actualmente en Pdvsa, sustituir a algunos gerentes y a todos los directores, reincorporar a despedidos ilegalmente que hagan falta, reconociendo al resto los derechos violados. Así mismo, otorgar más autonomía a las Empresas Mixtas y reducir la participación accionaria del Estado. Como segundo paso hay que permitir la participación de empresas cien por ciento privadas en toda la cadena del negocio.

El sector agrícola puede responder a corto plazo si se garantiza seguridad personal y jurídica, se otorgan créditos, se eliminan los controles de precios y la intervención del Estado. El negocio de los fertilizantes y de otros insumos, así como los silos deben pasar al sector privado. Además, deben diseñarse incentivos a la productividad y reforzar los centros de investigación y de asistencia técnica.

El sector eléctrico está muy deteriorado, con graves problemas de generación, transmisión y distribución El suministro de agua tiene limitaciones de captación, conducción a los centros poblados y distribución a los hogares. Afortunadamente contamos con personal técnico capacitado que debe sustituir a los comisarios políticos que hoy están a cargo.

Los atropellos cometidos por efectivos de la Fuerza Armada, así como la corrupción, justifican la preocupación de la ciudadanía sobre el futuro de la misma. Sin embargo, el problema a resolver es menos complejo de lo que piensan muchos. Al ser una organización piramidal, basta con sustituir total o parcialmente al Alto Mando, así como enjuiciar a los corruptos y violadores de los derechos humanos. Habrá que determinar, caso por caso, la posible reincorporación de oficiales retirados arbitrariamente y reconocerle a todos los derechos violados. También habrá que sustituir a los oficiales que ocupan cargos en la administración pública sin tener las credenciales necesarias. La Fuerza Armada tiene un papel que cumplir en el desarrollo del país, siguiendo los lineamientos de los civiles que ocupan cargos de decisión. También tienen el derecho y obligación de hacer planteamientos a través del Alto Mando, pero acatando las instrucciones del presidente de la república.

El Poder Judicial siempre ha tenido manchas. Algunos jueces llegaron a esa posición por cuotas de los partidos políticos de entonces y probablemente la mayoría de los actuales fueron designados por ser rojos. La corrupción, tanto por dinero, como por razones políticas son conocidas. Los demócratas deseamos que, por ejemplo, sea enjuiciada una Marjorie Calderón y un Isaías Rodríguez También los magistrados de la Sala Constitucional y la Electoral ¿Será factible? ¿Quiénes juzgarán a los delincuentes del régimen? ¿Habrá que constituir tribunales especiales imparciales? Quizá esta es la tarea más compleja. Sería indeseable que se repita la historia del fanatismo del Tribunal de Responsabilidad Administrativa del trienio 1945-1948.

Salud, educación, ciencia y tecnología tienen limitaciones de recursos humanos. Los de mayor experiencia se han jubilado o han emigrado. La salud de los venezolanos está deteriorada por falta de alimentación y de medicina preventiva. La educación siempre ha tenido fallas. Chávez-Maduro y su caterva de funcionarios corruptos e ineptos llegaron al poder por fallas del sistema educativo que no formó buenos ciudadanos.

Contamos con profesionales que tienen soluciones a los problemas citados. Para emprender estas tareas requerimos el cese de la usurpación. Para ello, la unidad opositora sigue siendo requisito necesario, aunque no suficiente. El presidente(e) Guaidó volvió a convocarla. La mayoría aceptó. Otros están colocando objeciones. La historia no perdonará.

Como (había) en botica:

El poco petróleo que produce Pdvsa no lo exporta, sino lo bota en playas del Parque Nacional Morrocoy.

Lamentamos el fallecimiento de Pedro Eloy Tineo y Francisco Pérez Santana, compañeros de Gente del Petróleo y Unapetrol.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

Antes y después del 6D

Eddie A. Ramírez S.

El 6 de diciembre habrá una farsa electoral. A la misma acudirán los partidos de bolsillo que integran la nanomesa y otros disfrazados de oposición, así como el PSUV y sus satélites. Votarán los pocos partidarios del régimen, los traficantes de la política y algunos despistados de buena fe. Los verdaderos partidos de oposición y los ciudadanos conscientes no avalaremos la pantomima. Salvo algún imponderable deseable, el 6D el régimen designará los diputados que le convenga. ¿Qué haremoslos demócratas antes y después de ese evento para continuar en el camino del cese de la usurpación?

Ante un régimen totalitario no es fácil identificar estrategias para lograr su salida. Incluso esta es una tarea complicada ante dict aduras tradicionales. Pérez Jiménez huyó cuando el teniente coronel Martín Parada voló sobre Caracas el 1 de enero de 1958, lo cual desencadenó el aumento del descontento entre civiles y militare. El final feliz fue gracias a los verde oliva. Algunos dirán que Pinochet salió porque la oposición diseñó una buena estrategia, pero, aceptando que esa oposición tuvo una madurez que no tiene la nuestra, el dictador salió de La Moneda porque aceptó contarse limpiamente y porque los militares chilenos lo obligaron a aceptar los resultados en su contra.

Tengamos claro que el objetivo tiene que ser una elección transparente para elegir un nuevo presidente, como deseamos mayoritariamente los venezolanos. Cabe recordar que el 10 de julio la 114 Asamblea de la Conferencia Episcopal abogó por una elección para establecer un nuevo gobierno de cambio e inclusión nacional. Este documento es más claro que el recientemente emitido por la Presidencia de la Conferencia Episcopal. Acudir a votar en la farsa de las parlamentarias no resuelve nuestros problemas y, además, su resultado no será reconocido por los principales países democráticos, quienes han planteado la necesidad de un gobierno de transición. Votar es complacer al régimen. No votar abre la posibilidad de un cambio, siempre y cuando hagamos algo más. La situación actual ofrece varias opciones:

1- Operación para la Paz y Estabilización (OPE): en otras palabras, implica una intervención militar extranjera para poner fin a la usurpación, establecer un gobierno de transición y realizar elecciones libres. Aunque pueda justificarse, quien escribe considera que a mediano plazo esa vía no sería conveniente, pero muchos la consideran imprescindible, aportando buenos argumentos. El punto es que, se esté o no de acuerdo, ninguno de los países que nos apoyan están dispuesto a acometer esta aventura. Quienes insisten están en su derecho, pero las probabilidades de que se ejecute parecen muy pocas, al menos en estos tiempos.

2- Realización de un plebiscito vinculante contemplado en la Constitución, no manejado por el CNE espurio y con participación activa de la OEA: es una propuesta válida que permitiría movilizar a la ciudadanía y sentar categóricamente el rechazo al régimen. Vale la pena promoverlo e intentar realizarlo, pero debemos estar conscientes de que el régimen impedirá el ingreso de la OEA y aplicará represión con sus paramilitares rojos para que no se instalen las mesas. Asumiendo que pueda realizarse, ¿alguien puede creer que Maduro y sus palafreneros acatarán el resultado?

3- Gobierno de transición: El Grupo de Lima, Estados Unidos, Reino Unido y otros países promueven que se constituya un gobierno de transición incluyente que conduzca a una elección presidencial libre y justa. Esta pareciera una buena opción, aunque tiene el inconveniente de que debe ser aceptada tanto por el régimen, como por parte de la oposición. El primero no va a ceder si no hay mayor presión y en la oposición hay quienes se obstinan en no aceptar nada con chavistas-maduristas.

4- Rebelión popular con manifestaciones en todo el país y huelga general: Ante los sufrimientos de los ciudadanos esta sería la salida esperada. La represión brutal del régimen impide, por ahora, que se materialice. También requiere que la población perciba una dirigencia unida que le inspire confianza en un futuro mejor.

5- intervención de la Fuerza Armada: Los militares que no están en la cúpula corrupta pasan por dificultades iguales a las de los civiles. El espionaje que ejercen los organismos represores del régimen dificulta cualquier acción. También que los verde oliva no perciben unidad opositora que garantice gobernabilidad futura. Es un imponderable.

Cualquiera de estas opciones es bienvenida, pero no le pidamos al presidente(e) Guaidó que haga milagros. Sí tenemos que exigir a todos los dirigentes que depongan egos e intereses de partido para lograr la unidad de propósito, la cual debería desatar el cese de la usurpación.

Como (había) en botica:

Siguen presos Erasmo Bolivar, Héctor Ravaín y Marco Hurtado por los sucesos del 11 abril 2002. El Ministerio Público no aportó ninguna prueba en contra de los acusados. Sánchez está delicado de salud.

Lamentamos el fallecimiento de Deyanira Marcano y Elionay Bermúdez, miembros de Gente del Petróleo y de Unapetro.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

Una pizca más de sensatez

Eddie A. Ramírez S.

Ser sensato debe ser muy aburrido. De vez en cuando hay que cometer alguna desmesura para disfrutar la vida con intensidad. Pretender que nuestra dirigencia y los ciudadanos en general nos comportemos siempre con responsabilidad, con mesura y aplomo es una utopía. Dirigentes y dirigidos nos equivocamos y tenemos la tendencia humana a no reconocer errores y por ello se nos dificulta rectificar.

Sin embargo, seríamos torpes si nos equivocamos todo el tiempo y nunca estemos dispuestos a enderezar entuertos. En esta lucha en contra del totalitarismo hemos cometido algunos errores, pero también hemos tenido aciertos. Ahora, que contamos con un gran apoyo de las democracias del mundo, requerimos una pizca más de sensatez para lograr una unidad que muestre al mundo que sí hay una alternativa de poder. Caso contrario, ese apoyo se irá erosionando y en Venezuela se impondrá el desaliento.

Esa unidad la tuvimos en varias etapas de esta lucha por la democracia, por lo que no debería ser difícil reconstruirla. Quizá el escollo es que algunos creen que ya los mangos están bajitos y pueden cosecharse, sin mayor esfuerzo, acudiendo a votar o mediante negociaciones bien llevadas, mientras que otros los perciben más altos y quieren recurrir a las piedras para apearlos.

Esta diferencia no puede ser tan insalvable. Para cosechar los mangos bajitos se debe contar con una organización perfecta que impida la trampa y, principalmente, que los ciudadanos estén dispuestos a votar. Al respecto hay que entender que ningún líder tiene suficiente carisma para entusiasmar a unos votantes que eluden bejucos por estar picados de culebra. También hay que considerar la desconfianza en negociaciones, dado que las anteriores no han dado fruto, tanto porque no es fácil que un totalitarismo claudique, asi como por falta de unos facilitadores imparciales.

Quienes piensan que la única forma de agarrar los mangos es a pedradas, deben evaluar si cuentan con piedras de tamaño adecuado y suficiente puntería. Hasta el presente, muchos valientes fueron víctimas de la represión. Gracias a ellos, a las gestiones internacionales de muchos de nuestros dirigentes, así como por la brutalidad de la Guardia Nacional, de la policía y de los paramilitares rojos, se logró despertar la atención de muchos países, pero eso no es suficiente.

Un paso previo para lograr entenderse es aceptar que ninguno de los partidos de oposición, ni sus principales dirigentes, son colaboracionistas. Todos quieren la salida del régimen ya que, contrario a lo que algunos piensan, estar en la oposición no proporciona dividendos. Sin duda que, frecuentemente, nos amotinamos con algunas declaraciones con las que no comulgamos, pero hay que entender que cada cabeza es un mundo y ser tolerantes. Con el debido respeto a gente bien intencionada, pensamos que algunos dirigentes y opinadores actúan echándole leña al fuego, en vez de agua para apaciguar los ánimos.

Seguimos siendo optimistas. El tiempo del narcorégimen terrorista está cercano a terminar. No creemos en que pueda producirse una intervención militar extranjera, pero sí en que nuestros dirigentes podrán coincidir en acuerdos mínimos que animen al resto de los ciudadanos a protestar masivamente y que pierdan el comprensible temor a una huelga general para que esta sea exitosa. Todos debemos apoyar a Almagro, la intervención humanitaria y la denuncias ante la Corte Penal Internacional con sede en La Haya.

Como dice Adolfo Salgueiro en su artículo del sábado : “Pareciera que estamos en presencia de los últimos manotazos de desesperación que podrían extenderse hasta que China -y un poco menos Rusia- lleguen al precio que su interés geopolítico haya establecido como tope para asegurar su presencia en América Latina. Hasta entonces es necesario el milagro de trabajar con unidad sabiendo que el mayor y más decisivo esfuerzo es el que nos compete a nosotros, los de a pie”.

También somos optimistas en que se pueda lograr la recuperación económica de Venezuela en poco tiempo. El reciente artículo de Ricardo Haussman sobre el caso de Albania proporciona elementos para ello. Solo se requiere que todos aportemos una pizca más de sensatez.

Como (había) en botica:

Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Francia, Paraguay y Perú dieron un ejemplo al mundo de su compromiso con la defensa de los Derechos Humanos al denunciar a la dictadura venezolana ante la Corte Penal Internacional. Igualmente Almagro y el Grupo de Lima.

Nuestra solidaridad con La Patilla, acosada por la justicia chavista que maneja Diosdado.

Los gritos del coronel Jorge Eleazar Márquez Monsalve a la periodista Carla Angola evidencian que es un tipo de mala calaña.

Lamentamos el fallecimiento Alirio Sifontes, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddieaaramirez@hotmail.com