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Benjamín Tripier

Análisis de Entorno. Optimismo y confianza: la mezcla necesaria

Benjamín Tripier

Si ya estamos claros que “Venezuela no se arregló”, al menos debemos admitir que se respira un aire diferente; hay una especie de optimismo dudoso, no convencido, pero optimismo al fin; el cual genera endorfinas, que “son neurotransmisores opioides producidos en el sistema nervioso central”, que nos predisponen para cosas buenas. Tendemos a ver el vaso medio lleno, así la cantidad de agua sea poca.

Y hay un efecto contagio por derrame, que hace que, si la parte de arriba de la pirámide está optimista, algo de la parte de abajo tenderá a hacer lo mismo, pero sin estar muy seguros de por qué. Lo importante es que esa actitud permite ser constructivos y ver oportunidades en medio de los problemas, que, en nuestro caso, son muchos.

Porque los espacios de oportunidad siempre estuvieron allí. En la medida que caía en barrena el PBI desde 2014, se iban abriendo espacios que eran abandonados. Y como la desconfianza en el gobierno era –y sigue siendo- mucha, entonces la tendencia no era a tratar de ocupar y cubrir esos espacios, sino a abrir nuevos, por el éxodo y la incertidumbre.

Pero en 2019 comenzó una manera diferente de hacer las cosas por parte del gobierno, que, con algunas idas y vueltas, ha mantenido la consistencia. La dolarización, el control de la inflación, la liberalización de precios, la emisión monetaria, la licuación del gasto público, y las señales de disciplina fiscal; en un entorno de apertura al mercado de valores, ha hecho que cualquiera que estuviera medianamente informado, le diera un segundo pensamiento a la tendencia a irse, versus la posibilidad de quedarse.

Por lo que el segundo pensamiento generó también una segunda mirada a las oportunidades y los espacios vacíos. Y si bien el incremento de la actividad económica sigue concentrado en lo transaccional de última milla, y muy apalancado en importaciones, hay que observar un leve aumento en la utilización de la capacidad instalada de plantas industriales. Débil, pero cierta y real.

Sin desconocer nuestros inhibientes estructurales de falta de energías primarias y limitaciones de electricidad y gasoil; de problemas en las telecomunicaciones y en las carreteras y el transporte; en el suministro de agua y gas. Y si utilizamos productivamente lo que sí tenemos (sin poner tanto énfasis en lo que no tenemos) es posible que encontremos un camino para consolidar nuestra muy pequeña economía; y utilizarla como plataforma para buscar incrementos reales de la actividad, que vayan más allá del rebote pospandemia.

Desde el FMI que cree que vamos a crecer 1,5% este año, hasta CreditSuisse que cree que creceremos 20%, todos deben aplicarse sobre una base del 20% del PBI que teníamos en 2014; o sea que, si fuera 1,5% del 20%, daría un crecimiento del 0,3%; y en el mejor de los casos, significaría 4%. Pero cualquier crecimiento es mejor que ningún crecimiento.

Porque se trata de un crecimiento orgánico, financiado por el accionista y sin crédito, ni nacional ni internacional; y en medio de un aislamiento al que estamos siendo sometidos por el posicionamiento ideológico del chavismo. Con lo cual podríamos inferir que, con un cambio en las condiciones, nuestro crecimiento podría ser explosivo.

El siguiente paso en este camino al optimismo informado sería la consistencia y continuidad en las políticas públicas, reforzándolas con un marco jurídico que ofrezca garantías mínimas del respeto a la propiedad privada y a los derechos de las personas, las naturales y las jurídicas.

No se puede perder de vista que parte de los factores que impulsaron el optimismo fueron los relacionados con los rumores de levantamiento de sanciones y reactivación de la producción petrolera, los cuales nunca probaron ser ciertos.

A partir de las dos visitas del gobierno de Estados Unidos a Venezuela, se tejieron esos rumores, que perdieron de vista que el propósito principal de las visitas fue el rescate de rehenes; pues en las dos estuvo Carstens que es el negociador de rehenes americanos por parte de la Casa Blanca. El resto, lo de los diálogos y lo del petróleo, nunca pasó del campo de las especulaciones, siempre amarradas a alguna declaración aislada de algún funcionario de Estados Unidos.

La realidad es que nuestra distancia con Estados Unidos, que a veces pareciera que se acorta, está tendiendo a alejarse, tanto por lo de la cercanía con Rusia (visita del canciller a Moscú) como por el caso del avión iraní con bandera venezolana retenido en Buenos Aires, que nos retrotrae a las épocas de Obama con lo de la “amenaza inusual y extraordinaria”. Sin mencionar las noticias sobre maniobras militares conjuntas con Irán y Rusia; pareciera hecho a propósito para incomodar e irritar.

Cada vez se les hace más difícil a los demócratas de Biden que quieren el acercamiento lograr sus propósitos. Porque hoy en día la cantidad de petróleo que pudiéramos aportar al sistema mundial no es suficiente como para compensar el precio político que tendría que pagar el gobierno de Estados Unidos de cara a las elecciones de medio término.

La Ley de Zonas Económicas Especiales, como una continuidad de la Ley Antibloqueo, y de los anuncios de apertura al mercado de valores del capital de las empresas del Estado, es una manifestación clara de la búsqueda, por parte del gobierno, de inversiones para la reactivación del país.

Si hubiera que pensar en capas u olas de inversión, las primeras deberían apuntar a la infraestructura energética, pues esta se constituye en la plataforma habilitante de inversiones en cualquier otra área. Una vez avanzadas las inversiones en energía, ya se puede pensar en la industria y en el agro.

Desde el año 2019 el gobierno se encuentra construyendo una plataforma de confianza que va estructurando paso a paso, pero aún no a la velocidad que hace falta para atraer inversores. Porque es diferente decir “tengo confianza, pero las sanciones me impiden invertir”, a que “no invierto porque no tengo confianza, sin importar si hay sanciones o no”. La confianza es esencial y se construye con acciones que no vayan solo en lo económico, sino que se trata de algo integral, donde un ámbito realimenta al otro.

En sociología y psicología social la confianza es la creencia, esperanza y fe persistente que alguien tiene, referente a otra persona, entidad o grupo, en que será idóneo para actuar de forma apropiada en una situación o circunstancia determinada; la confianza se verá más o menos reforzada en función de las acciones y los valores.

Es difícil tener confianza solo-en-lo-económico, pero tener desconfianza en lo político, lo social o lo internacional.

Esa integralidad debe ser construida para poder aspirar a que, si se aliviaran las sanciones, las inversiones podrían llegar. Con un riesgo país de 33.000 puntos, habría que ofrecer una cantidad muy grande de ventajas para atraer un inversor.

Tal como ha venido ocurriendo, las inversiones que han ido llegando han sido para el segmento transaccional, de ciclo corto de recuperación, y provistas por venezolanos con fondos afuera. Porque hay que estar claros: solo venezolanos con dinero afuera serán los primeros en aventurarse… y siguiendo el camino que ellos abran, es que vendrán los demás.

En cuanto a la política interna, estamos en una meseta en la cual pareciera que no está pasando nada; pero la realidad, es que la “procesión” va por dentro. Tanto en el gobierno como en la oposición sacan cuentas y juegan nombres de cara al 2024, que pareciera el nuevo punto focal con elecciones presidenciales.

Sin olvidar que el gobierno, con el poder absoluto que tiene fronteras adentro, no tiene ninguna necesidad de ponerlo en riesgo, para darle la oportunidad de que lo tomen personajes que nunca han asumido riesgos para ganárselo.

Por supuesto, con la excepción hecha de los que estuvieron –y los que aún están– presos, y de Guaidó que expone su vida diariamente, llevando el catecismo de la democracia y la libertad. El gobierno no se prestará a elecciones si existe la remota posibilidad de perderlas, porque en eso les va la vida.

Pero también hay que asumir que un día de elecciones, cualesquiera que sean las condiciones, siempre puede deparar una sorpresa. Y mucho más en el ambiente de controles en el que vivimos donde se siente el poder del gobierno en cualquier ámbito de la vida del país; pero ese mismo control va generando zonas ciegas que no pueden ser vistas por el gobierno, y desde allí pueden venir las sorpresas.

Los números que le dan las encuestas al gobierno han mejorado desde que comenzó la sensación de optimismo. Aún el rechazo sigue siendo muy grande, más de 60%; pero la aceptación ha ido creciendo. Según la encuestadora de la que se trate, lo positivo pasó de 12% a 20%; de 18% a 25%; y de 30% a 38%; lo cierto es que habiendo abierto las compuertas de liberalidad que abrió, puede observarse un reflejo positivo en la percepción de la gente.

El mayor reflejo positivo está en el lado del chavismo y el menor en la oposición. Y si bien siempre se dice que lo económico es un gran condicionante del voto en una elección, en nuestro caso, por más “cosas buenas” que hagan, un opositor siempre tenderá a votar en contra. En pocas palabras, es poco probable que el gobierno pueda ganar una elección.

Profundizando un poco más en el pensamiento de la gente, en un mundo ideal, hay una tendencia a que ninguna de las ofertas existentes sea lo que la gente querría. Están como en votar por el menos malo, que para la gran mayoría es la oposición.

Pero si tuvieran la opción de algo diferente, disruptivo y novedoso, casi 70% se inclinaría por esa opción. Sería una opción no estatista, de libertades y respeto, muy apoyada en la empresa y en los mercados, y muy clara y transparente con relación a que el rentismo (y toda la filosofía asociada) ya se acabó y no volverá.

Quien se plante con una oferta de ese tipo (y nadie aún lo ha hecho) tiene todo el chance de quedarse con el 70% de una elección. Porque ya está claro que los pobres, si dependen del gobierno, nunca dejarán de serlo; mientras que el sector privado, que necesita imperiosamente que dejen de ser pobres y se conviertan en consumidores, hará todo lo que esté a su alcance por disminuir la pobreza.

Pasando al campo internacional, la reunión de la OTAN en Madrid dejó como corolario que las relaciones internacionales que pasaban por la ONU ahora pasarán también por la OTAN, que actuará como una opción paralela. La lectura ya no será solo pacífica, sino también militar…y las palabras, podrán ser consideradas como armas, y generar una respuesta militar si ese fuera el caso. El ámbito de acción se vuelve global, y el enemigo puede estar en cualquier parte.

Es posible que haya conflictos focalizados en paralelo al tema Rusia-Ucrania, como asegurando los laterales del canal principal que es el nuevo “eje” Moscú-Teherán-Pekín. Hay un antes y un después de Madrid.

Las comparaciones entre Hitler y Putin, y entre los prolegómenos de la II Guerra Mundial, y esta guerra que se nos viene, comienzan a parecerse; pero con el aditivo de las lecciones aprendidas. A Putin no le darán el voto de confianza que Chamberlain le dio a Hitler, y que le dio la oportunidad de reforzarse y conquistar territorios. A Putin ya no le creen.

La cohesión europea y mundial en contra de Rusia no tiene precedentes, y la reunión de Madrid sirvió para posicionar el concepto de 360 grados que les permite mirar hacia Latinoamérica, Norte de África y Medio Oriente.

No hay que olvidar que en marzo pasado los rusos nos pusieron, a nosotros los venezolanos, en el mapa de la guerra cuando su vicecanciller mencionó que ellos podrían poner misiles en Venezuela. Para los escenarios de la OTAN somos esa posibilidad y con ese lente nos observan.

La visita del canciller venezolano a Moscú, y el mencionado anuncio de maniobras militares conjuntas (¡sumando a los iraníes!) nos refuerza en esa posición. Que tal vez en el corto plazo no signifique mucho, pero cuando la guerra esté en desarrollo, nuestra posición, la de nuestro pasaporte y de nuestro pueblo, no será cómoda… de hecho será complicada.

Recomendación

Al gobierno:

  • Que extienda al ámbito político la estrategia de credibilidad que va logrando en lo económico. Es importante abandonar la estrategia de los compartimentos estancos y comenzar a trabajar en forma integral manejando, en conjunto, las variables económicas, políticas, sociales y económicas…y alinearlas con el campo internacional que hasta ahora ha sido la principal fuente de problemas y limitantes.

A la dirigencia de la oposición:

  • Que mejoren la estrategia de comunicaciones y redes de forma tal de difundir cuál es la estrategia del Grupo Guaidó, y cuál la de la Plataforma Unitaria. En qué coinciden y en qué difieren. Porque hoy pareciera que son lo mismo y que persiguen lo mismo, y la realidad no es así. Para evitar las confusiones en las bases opositoras que siguen desinformadas.

A los dirigentes empresarios:

  • Que hay que evitar que sigan cerrando empresas. Hay que armar fondos privados de rescate que aporten, más que financiamiento, prácticas gerenciales y finanzas corporativas para lograr optimizar recursos vía fusiones, adquisiciones y reestructuraciones, y evitar la improvisación del empresario quien, hasta ahora, en muchos casos, había mantenido su empresa por inercia y por olfato. En este tipo de circunstancias país hace falta gerencia profesional.

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Análisis de Entorno: Esperando al outsider

Benjamín Tripier

Las dos ofertas estratégicas de energía que Latinoamérica puede ofrecerle a los aliados son Vaca Muerta en Argentina con gas y Venezuela con petróleo pesado. En ambos casos hay que hacer inversiones muy importantes que tomarían no menos de 3 años para comenzar a entregar algo. En Argentina tienen, además, el tema mapuche; y en Venezuela, las sanciones al gobierno.

Y los horizontes de evaluación son: uno, mientras dura la guerra; y dos, para después de la guerra. Si esto se da así, la geografía del suministro habrá cambiado radicalmente para cuando, dentro de diez años (por decir una fecha), la guerra haya terminado y se hayan consolidado los nuevos polos económicos.

La otra oferta estratégica de la región es la de los alimentos, para la cual tanto Brasil como Paraguay y Uruguay están preparados, mientras que Argentina, principal opción en otros tiempos, no solo no está preparada, sino que los tributos internos funcionan como un lastre que inhibe las posibilidades.

Es más probable (y posible) que los productos argentinos salgan de contrabando hacia Paraguay y Uruguay, para ser exportados al mundo, que la posibilidad de que Argentina los exporte directamente. Eso además de la falta de gobernabilidad y la anarquía interna en el gobierno kirchnerista.

A Venezuela la percibirán como una opción energética, pero solo si se logra consolidar y asegurar la fuente de suministro, cosa que es difícil que ocurra en las condiciones actuales. Por lo que las opciones de participar se ven bastante reducidas; porque el aporte que pudiera hacer una Venezuela sancionada, es marginal, y en la relación de bdp por problemas políticos internos, la relación, definitivamente, es negativa para el gobierno de Biden: en Estados Unidos son más los que presionan para profundizar sanciones, que los que presionan para flexibilizarlas o levantarlas.

La situación muy incómoda en la que se ha puesto Venezuela a sí misma, no cambiará de un momento para otro; y hasta es posible que, aun habiendo un cambio de gobierno (poco probable), la desconfianza continúe, porque, así como el chavismo no vino del espacio, tampoco se irá al espacio ni desaparecerá con un cambio de gobierno.

Debemos comprender que, a futuro, la inercia nos está llevando a una distribución política de tres cuartos distribuidos entre PSUV, VP y Primero Justicia; y el resto, entre partidos que, habiendo sido mayores y hegemónicos en otros tiempos, hoy son menores y sin fuerza, ni propuestas. Claro, siempre y cuando no aparezca un outsider que nos cambie la vida, y que en diez años seamos un poco más que la inercia positiva de una realidad calamitosa. La esperanza está puesta en el outsider.

La presión de los aliados sobre Venezuela puede ser un factor que repita las experiencias de invasión de la época Trump, más que nada porque es posible que, ya avanzada la guerra y siendo Rusia y Putin (o quien lo suceda) el enemigo indiscutible, Trump recupere la presidencia y sigamos postergados.

Esta oportunidad de volver a ser proveedores confiables de las fuerzas aliadas en contra de un jerarca que se cree que puede conquistar al mundo, pues parece que la perderemos.

Tenemos dos Guaidó, el percibido por el gobierno de Venezuela, por grupos opositores y por el resto del mundo, como el líder de la oposición venezolana; y el percibido por algunos de sus “compañeros” dirigentes y parte de las bases opositoras, como alguien que debe ser reemplazado. Al gobierno no le interesa que se reemplace a Guaidó porque toda su estrategia está alrededor de él y de lo que representa de cara a Estados Unidos; y seguramente no apoyará a quienes quieran reemplazarlo porque le costaría encontrar a alguien con tantos atributos “anti”.

Lo anterior tiene que ver con una especie de ebullición silenciosa que hay en las filas opositoras, y que no han logrado despertar entusiasmo en las bases, así ahora las visiten buscando votos para las primarias. Una vez más se trata de algo entre las cúpulas, donde el pueblo y sus necesidades parecen ser lo de menos.

No se ha escuchado a ningún líder opositor hablar de problemas concretos, proponer alguna línea conceptual, o alguna solución. Creen que con decir “cambio de gobierno” ya está todo dicho. Y no es así, aún hay dudas importantes sobre el desempeño que tendrían gobernando, y si no sería más de lo mismo, pero con signo diferente.

Aún hace falta que alguien proponga ideas que no pasen solo por rescatar Pdvsa o Sidor, que no signifique paternalismo o rentismo, en definitiva, hace falta alguien que genere una esperanza y ese alguien aun no apareció…y si apareció, pues lo disimula muy bien.

La reunión del G7, como últimamente ocurre con casi todas las reuniones que involucran a la geopolítica, tendrá el foco puesto en la guerra Rusia-Ucrania. Ese es el tema que dominará al mundo en los próximos años, y todo lo que se haga o deje de hacer tendrá algo que ver la guerra. La cual, lejos de mantenerse focalizada o de terminar, todo indica que se ampliará, profundizará y nos arrastrará a una nueva geopolítica que hará que las proyecciones que había hasta febrero pasado, queden obsoletas; y que países que parecían “ganadores” se vuelvan “perdedores” y también al revés.

Nuestra región latinoamericana no quedará ajena al conflicto, porque será vista como el repositorio de reservas de alimentos y energía, para cuando el mundo consumidor que es el que está en guerra, nos necesite. No ahora, no pronto, pero nos necesitará.

Y ya no importa mucho lo que nosotros en Latinoamérica pensemos, sino que todo será desplegado desde el punto de vista de Estados Unidos y de la UE. Porque ellos saben, mejor que nosotros, qué es lo que podemos y qué no podemos; no es necesario que el presidente de Argentina, en representación de la Celac diga u ofrezca, porque ellos están claros con qué pueden contar, y apretando qué clavijas pueden lograrlo. Lo que sí es seguro es que no se prestarán al juego político interno de cada país, no debemos menospreciar su capacidad de análisis.

Por el momento, lo más seguro es que vayamos a una guerra más amplia y que nuestra región sea alineada con las necesidades de los aliados. Y esa alineación será voluntaria, o forzada, pero no permitirán un juego ambiguo de ningún gobierno de la región. En tiempos de guerra, la soberanía queda sujeta al peso de las armas y al poder de los ejércitos. Hay que comenzar a “poner las barbas -o bardas- en remojo”.

El caso de Petro como vecino es un hecho ya consumado –solo falta que tome posesión– y solo tenemos que anticipar escenarios para minimizar el factor sorpresa. En ese sentido, lo primero es considerar que lo más probable es que el comercio se reactive, y que si el gobierno de Venezuela sigue actuando con pragmatismo, evitará politizar el tema, ni a favor ni en contra de la revolución; replegarse y dejar que el mercado actúe. No olvidar que mientras estuvo “cerrado” se creó una red informal, en negro, que no desaparecerá con la apertura; por lo que el pragmatismo deberá extenderse a no interferir con el nuevo rumbo.

En lo político ideológico, no hay manera de que Petro pueda desligarse de su pasado y del impacto que significa en los capitales que mantienen en buena forma económica a Colombia. Ese miedo que genera no podrá ser disipado con palabras (aunque las palabras mal utilizadas pudieran desencadenar consecuencias), si no con acciones concretas, con lo que haga, y con lo que no haga: debe cuidar muy bien sus decisiones. En los siguientes meses veremos cómo se desarrolla la relación entre Petro y el capital.

Recomendación

Al gobierno

  • Que evite politizar la nueva relación con Colombia, porque no le aportará nada bueno; todo lo contrario. No hay que obligar a Petro a opinar sobre Maduro; hay que dejar que el comercio fluya y que el Estado cumpla su rol fiscal y de control de calidad.

A la dirigencia de la oposición

  • Que revisen las relaciones internas, y eviten el “show” de las peleas acusatorias; porque una vez que terminen las primarias deberán estar todos del mismo lado. Y si no cuidan las agresiones, habrá heridas que no sanarán.

A los dirigentes empresarios

  • Que reactiven las relaciones de negocios con Colombia, pues pudiera ser el buffer zone por donde tengamos acceso a productos originales; y además los puertos colombianos pudieran ser las entradas de productos, y que aquí nos lleguen por tierra. Hay que trabajar sobre eso y contribuir para que todo salga bien. Y hacerle propuestas al gobierno para facilitar el cruce de frontera de transportes colombianos

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Análisis de Entorno: Borrón y cuenta nueva

Benjamín Tripier

Al aparecer en escena informaciones que parecen contradictorias entre sí, cuando pareciera que las cosas pueden cambiar, es conveniente antes de aceptarlo volver a las bases y a las premisas duras que nos vuelvan a poner en la realidad.

Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos comenzaron a enturbiarse durante el gobierno de Chávez (aquí huele a azufre), y terminaron de romperse en el gobierno de Maduro. En el ínterin, el presidente Obama nos declaró una “amenaza inusual y extraordinaria” por el riesgo que significaba nuestra relación estrecha con China, Irán y Rusia; pero especialmente por la presunta presencia, en nuestro territorio, de elementos vinculados al terrorismo iraní y sirio.

Luego vino la era Trump, quien realmente se interesó por nuestro caso y nos habilitó las condiciones como para que hubiera una renovación política, que no fue aprovechada por la oposición, y que puso al chavismo a la defensiva, pero que logró sortearlas.

El levantamiento de las sanciones a Malpica Flores tiene como lecturas, entre otras, un gesto de buena voluntad –convirtiendo en ciertos los rumores improbables de la visita de marzo pasado– a cuenta de reacciones positivas de cara al diálogo, y que si no se cumplieran, bueno, “hay más peces para freír” (Story dixit); y también un mensaje, como dice un amigo, a tantos millonarios sancionados, mostrándoles que de las sanciones hay salida, pero que de la justicia no… para que no permitan que sus casos lleguen a la justicia, que se cambien de bando antes, porque de la justicia no hay vuelta atrás.

Porque ese levantamiento de sanciones produjo una ola de inseguridades en los opositores de base (que son millones) que lo vieron como una victoria del chavismo, y una debilidad de Estados Unidos; es tal vez un movimiento de piezas que, eventualmente, pudiera mover el juego en otra dirección, poniendo foco en el chavismo, que está atravesando una transición generacional, por una parte, pero pragmático-ideológica por la otra.

Volviendo a las bases y referencias duras de la situación, no ha habido cambios en la apreciación estructural que el establishment norteamericano tiene del chavismo, porque en realidad los gobiernos (Obama, Trump, Biden) tienen un limitado margen de maniobra, porque las decisiones de fondo son decisiones de Estado y suelen contar con el respaldo de los dos partidos; y eso, en el caso de Venezuela, no ha cambiado.

El caso del avión iraní con bandera venezolana detenido en Buenos Aires, está tomando un color diferente, porque todo indica que el tema va por terrorismo y espionaje; pensando que el piloto es el director de logística de la fuerza Quds (brazo logístico para transporte de armas, equipos y personal para acciones en el extranjero de la guardia revolucionaria de Irán), y el copiloto, dicen desde Argentina, que es un iraquí, miembro de la inteligencia de Hezbolá del Líbano.

Toda la sospecha recae en la posibilidad de un atentado antijudío en territorio argentino, ya sea sobre instituciones o sobre personas… de hecho, hay un abogado amenazado por ellos, que hoy está bajo protección policial.

Toda la información anterior es parte de lo que se llama “inteligencia abierta” (que se consigue en Internet y en los medios), alimentada por inteligencia directa de las agencias internacionales de Estados Unidos (CIA y FBI) y de Israel (Mossad). O sea, que lo del avión era un tema que ya se había anticipado, que países como Brasil, Paraguay y Uruguay conocían, pero que Argentina no; por eso es que el avión entró y salió como quiso, y finalmente fue detenido en Argentina, donde permanece bajo investigación, con el avión y los pasaportes de los tripulantes retenidos, y una causa bajo investigación que pudiera terminar en:

  • Libertad absoluta para todos por falta de méritos
  • Prisión para todos por espionaje, por el perfil de los implicados, y los hallazgos que se pudieran obtener de los datos recabados (caja negra, celulares, computadoras y tablets)

Y la opción que resulte, dependerá del grado de presión política que sean capaces de ejercer, y de recibir.

Entre la cercanía que podría inferirse con el levantamiento de la sanción mencionada más arriba, y el alejamiento resultante de la participación de un avión venezolano en el affaire iraní en Argentina, podría pensarse un saldo negativo para la relación bilateral con Estados Unidos. Tan cerca, por un lado, y tan lejos por el otro.

Nuestra política interna aparenta estar en calma, cuando por debajo están pasando cosas en los dos bandos. Todas las encuestas muestran una caída muy grande en la credibilidad de la dirigencia, chavista y opositora, dejando para repartir entre los dos 30% de las preferencias. El 70% restante no quiere a ninguno, pero si tuviera que votar, se inclinaría por la oposición. Son pocos los que creen que el gobierno puede arreglar esto y sacar al país adelante, así haga esfuerzos para intentarlo.

Entonces, ambos lados de la fuerza tratan de aparentar que tienen una solución, como para atraer al electorado. Y hay campañas, y recorridos por el país como no los había habido en años; y lo hacen convencidos de que lo que están ofreciéndole al país es lo que creen que el país necesita. Y no es así.

Este es un mercado de compradores, que no encuentra una oferta que les haga click. Y esa brecha, deja claro que la dirigencia se desconectó –hace ya mucho tiempo– de las bases y será difícil que con la inercia conceptual que arrastran puedan cambiar la oferta. Porque esa oferta es más de lo mismo, ambos estatistas y rentistas a ultranza, y con el chavismo asustando con neoliberalismo, y la oposición mostrando lo que el gobierno chavista ha destruido en 24 años.

Hay un espacio enorme para la disrupción, para una oferta distinta y novedosa. Que no prometa lo imposible…porque rescatar las empresas del estado. Tal como están,difícilmente pueda suceder. Ya la tecnología cambió, las condiciones del entorno cambiaron; las grandes refinerías y las grandes acerías, están siendo reemplazadas por plantas más pequeñas y modulares, más cerca de los mercados que de las minas o los yacimientos.

Quien pueda ofrecer lo diferente, lo posible, y lo que nos pueda volver a conectar con el resto del mundo, es quien se quedará con ese espacio. Porque así parezca contradictorio, estamos casi en condiciones de comenzar de nuevo desde cero…de un “borrón y cuenta nueva”.

Pareciera que internamente aún no se ha tomado consciencia de la dependencia que tenemos de los países que están en el conflicto europeo que, según sus líderes, derivará en una guerra mundial. Porque el sector privado depende de lo que proveen los aliados, mientras que nuestro sector público depende los otros. Hacemos lobby político con los aliados y firmamos acuerdos con los otros.

Sería interesante hacer algunos ejercicios de tormenta de ideas para evaluar el impacto que la guerra europea que se viene, tendrá en nuestros espacios vitales. En la cadena de suministros, en el abastecimiento interno; en los insumos importados para lograr todo lo que se produce aquí, en el sistema financiero. También en el impacto que tendrá en nuestra burbuja, la recesión global combinada con inflación que se profundizará en nuestros proveedores, no solo de bienes y servicios, sino también de medios de pago.

Lo anterior sin considerar el impacto político que estará asociado a nuestro alineamiento al momento en que no tengamos más opción que definirnos como aliados o como enemigos. Y de esa definición dependerán muchas cosas.

El nuevo comandante en jefe del ejército británico, durante su acto de toma del cargo, instó a las tropas a prepararse para la tercera guerra mundial, que tendrá características similares a la Segunda Guerra, en Europa continental y con preeminencia de combates en tierra, infantería y blindados; y que duraría varios años.

Biden en su cierre de la Cumbre de la semana pasada, les advirtió a los presidentes latinoamericanos sobre la inminencia de la tercera guerra mundial, tema que ninguno mencionó al regreso de su viaje. Los alemanes, el jefe de la OTAN y el propio Papa, coinciden en que habrá guerra. Y Putin, en su última intervención cerró el circuito, como recogiendo el guante.

Si de los dos lados están de acuerdo en comenzar una guerra, pues entonces comenzará. Porque los dos principales, uno de cada lado, Biden y Putin, están de acuerdo…pues entonces comenzará.

Y si bien la guerra será en Europa, aquí en nuestra región habrá que prepararse desde el punto de vista de los cambios en el comercio, en la inversión y en la necesidad de los alineamientos, ya no con la ideología, sino con el pragmatismo del amigo-enemigo. En una guerra, los enemigos son tratados muy mal, y sin reglas ni democracia, ni derechos humanos; sino el derecho de guerra… la ley del más fuerte. Y si no ajustamos nuestra posición, pues lo pasaremos mal.

El chavismo nos ha mostrado, últimamente, una capacidad de mimetización importante. Con un amigo revisábamos por qué Maduro no se había reunido con Putin, estando tan cerca, y siendo evidente y hasta necesario; y no llegábamos a una conclusión si había sido Putin que no lo recibió, o si, por el contrario, fue un gesto de Maduro hacia Estados Unidos, y decidió no hacerlo.

Cualquier acercamiento es bueno para que la guerra no nos agarre del lado equivocado de la ecuación, y terminemos invadidos; pero no por lo que creíamos, sino por lo que -seguramente para los gringos- debíamos… por las malas juntas y la “amenaza inusual y extraordinaria”.

Recomendación

Al gobierno:

Que complementando la intencionalidad que se manifiesta de reactivar con apoyo privado las empresas del Estado (“necesitamos inversión y tecnología”, Maduro dixit), inicie una reforma del Estado para hacerlo más ágil y que cueste menos. Es un Estado muy grande para un país que se volvió muy pequeño. Y le daría más profundidad y consistencia a la voluntad de mejorar la economía.

A la dirigencia de la oposición:

Que se preparen para convertirse en una fuerza opositora capaz de ofrecerle a la sociedad un cambio casi radical que rompa la continuidad, pues ofrecer más de lo mismo beneficia al chavismo, que es el que detenta el poder. Y no renunciará a ese poder, de ninguna manera.

A los dirigentes empresarios:

Que revisen su estructura patrimonial y tecnológica al cierre del primer semestre. Hoy más que nunca, tal vez, hay que buscar alianzas, tanto de integración vertical, como de integración horizontal, vía las finanzas corporativas. Cada uno por sí solo –salvo honrosas excepciones– no logrará superar esta etapa. Hay demasiada capacidad subutilizada como para no pensar en optimizar las inversiones y hacerlas más sólidas y competitivas.

Mail: btripier@ntn-consultores.com

Análisis de Entorno: Fantasías electorales

Benjamín Tripier

La oposición venezolana está en un proceso interno de reacomodo, de intentar entenderse entre sus integrantes y de entender los procesos sociales y económicos que están desarrollándose aquí, en la región, y en el mundo. Y para eso, se desconectó del exterior… están inmersos en sus cosas, en los equilibrios internos, y en las posibilidades reales de cada uno, de tomar una parte del poder que, una vez más, se están disputando sin tenerlo aún.

Lo están arrancando desde cada organización política, cada uno a su manera, y tratar de llegar a algo que les permita integrarse con el resto de las fuerzas opositoras. Lo cual no significa que lo estén arrancando desde abajo hacia arriba, bottom up; porque el fondo está mucho más abajo y se encuentra en cada pueblo o municipio de Venezuela, donde pueda haber habido una seccional de ese partido. Porque la realidad es que en ese fondo, cada militante ha ido perdiendo identidad partidista o ideológica, y andan buscando a quién seguir, porque saben que en Venezuela, si no están afiliados a algún centro de poder, tienen una efímera vida política.

Por eso los disturbios cuando VP llegó al Zulia; porque allí, con un gobernador de oposición, es de imaginarse que él cree que todo ese territorio es propio… y no lo es; porque al haber votado por él, como el candidato opositor, todos votaron por él, sin que necesariamente sean de UNT, que es su partido. Porque esa experiencia no se repetirá en las primarias, y cada dirigente de base votará por su propio candidato opositor; que habrá tantos como fuerzas decidan saltar al ruedo electoral.

Un tema interesante es que los que están en este proceso de primarias no son todos los que son. Porque están los “mesita” y los alacranes, que no fueron invitados a participar, y que posiblemente presenten sus propios candidatos –o su candidato único– al momento de la elección. Y en ese momento, como su discurso no es motivante, y como no tienen seguidores de base, entonces no obtendrán votos. Y los votos irán al candidato que salga elegido de ese proceso de primarias.

Pero también hay otros dirigentes opositores, que sin ser “gobierneros” como los mencionados, tampoco irán al proceso de primarias. O sea, que se quedarán fuera del padrón, pero ellos sí tendrán un discurso, no solo motivante, sino diferenciador.

Para hacer referencias cruzadas y que tomemos conciencia de que no estamos solos, y que lo que nos pasa también ocurre en otros países, vamos a tomar los casos de Argentina y Colombia.

Cristina, Petro y Maduro son un bando; y, Macri, Uribe y el resultante de nuestras primarias opositoras serían el otro bando, cada uno en la realidad de sus propios países. Pero en Colombia apareció Hernández, en Argentina apareció Milei, y en nuestro caso, sabemos que anda por ahí, pero no sabemos quién es, qué está haciendo ahora, y cuándo y cómo se manifestará, nuestro emergente desconocido.

Hay quienes dicen que podría ser María Corina o Pedro Pablo Fernández, o hasta el Conde del Guácharo. Lo cierto es que es muy posible que entre los verdaderos opositores que se queden por fuera de las primarias –y no sean los gobierneros– podría estar quien finalmente alcance el poder que vaya a sustituir al chavismo. Porque el chavismo sabe pelearse con la oposición, los opositores conocen a su adversario chavista; pero ninguno de los dos conoce al emergente que pueda aparecer y barrer con todo.

Un tema que hay que considerar es que en Venezuela no hay segunda vuelta, que el chavismo tiene un piso –bajo– de votos propios, y que la oposición debería tener más votos que el chavismo. Entonces, uno se pregunta, de dónde es que sacará sus votos el emergente, o mejor dicho, a quién se los quitará.

Todo lo anterior es una fantasía que solo podría ocurrir en un mundo paralelo donde el chavismo decida arriesgarse a perder el poder, cosa que sabemos que no ocurrirá; porque en eso les va la vida y la libertad. Pero siempre es bueno explorar escenarios, por si acaso.

Recomendación

Al gobierno

Que deberían trabajar en una nueva versión del Plan de la Patria que ya incorpore los movimientos que se están haciendo. No solo para adaptarlo a las nuevas realidades, sino para dar ciertas referencias estables sobre que este camino no será reversible y que la revolución como la conocíamos ya no puede regresar. Claro, eso si realmente es la voluntad política que así sea. Porque en realidad a quien deben convencer es al chavismo de calle, que se quedó sin referencias.

A la dirigencia de la oposición

Que considere la opción de un candidato de transición por consenso para esta etapa acelerada que, aparentemente, está proponiendo el gobierno de adelantar las elecciones. Porque el tema de las primarias requiere aún de una aceptación interna que difícilmente lograrán en forma acelerada. Porque la vulnerabilidad institucional de la oposición es tan grande, que acelerar esos pasos podría hacer que el chavismo logre dividirlos aún más y termine ganando las elecciones.

A los dirigentes empresarios

Que le den importancia al mercado de capitales e impulsen campañas para que todas las empresas afiliadas a los organismos gremiales empresariales tengan la posibilidad de conocer cuáles son las oportunidades que ese espacio representa.

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Vitrina Venezuela: El entorno de las empresas

Benjamín Tripier

Para poder procesar los estímulos del entorno de una empresa, del lado de adentro deben contar con una Sala Situacional Empresarial que se apoye en las referencias estables que proveen el Norte Estratégico, que incluye Visión, Misión, Lineamientos Estratégicos y Factores Críticos de Éxito y Modelo de Negocios.

La sala debe contar además con un conocimiento de la empresa tener un mapa de actores y una caracterización del entorno de las áreas de influencia. A partir de allí, deberá procesar en bases frecuentes –dependerá de cada caso- la información/estímulos provistos por el entorno para revisar y analizar el impacto que tiene sobre los elementos estables; cómo afecta la estrategia y el modelo de negocios, qué actores están involucrados, y en qué afecta a las áreas de influencia.

Debe hacerse un análisis de la situación que produce el estímulo, identificar y aislar sus componentes y categorizarlos según el grado de control o influencia que la gerencia pueda tener sobre ellos; perfilar los actores involucrados; revisar las áreas internas impactadas y evaluar la magnitud del impacto.

Es bueno hacer un mapa de las relaciones entre los elementos internos y externos, para evaluar los posibles efectos cruzados. Es razonable poner el énfasis en los elementos internos, pues sobre ellos se tiene poder de decisión.

El resultado de la SSE consiste en un informe con recomendaciones de acción inmediata, así como otras de mediano plazo en los campos de comunicaciones corporativas, reuniones, cambios internos y en general información útil para tomar decisiones.

En la Venezuela de hoy es importante que el gerente sea parte activa del proceso de cambio, de manera que esté atento a las incidencias del entorno, sin descuidar sus responsabilidades operativas.

Hoy en día el entorno es cada vez más parte del negocio y el negocio cada vez más es parte del entorno.

Noticias destacadas

…La oposición venezolana quiere que Noruega retenga el papel de facilitador. El gobierno de Maduro ha insistido recientemente en la presencia de Rusia en cualquier negociación.

…Fuentes de la fuerza pública colombiana y la inteligencia militar confirmaron que murió Gentil Duarte, jefe de las disidencias de las FARC y uno de los criminales más buscados del país. Fue abatido en un ataque cometido por el Ejército de Liberación Nacional en Venezuela.

…El empresario venezolano-estadounidense Jorge Luis Nóbrega Rodríguez hizo mantenimiento a los aviones Sukhoi-30 de Venezuela y recibió pagos de Pdvsa. Un juez de Florida lo sentenció a 48 meses de prisión y 3 años de libertad supervisada.

…El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, asistirá a la Cumbre de las Américas, que se celebrará en junio en Los Ángeles, donde está previsto que tenga un encuentro bilateral con Biden.

…Rusia condiciona el corredor marítimo para el grano de Ucrania al levantamiento de algunas sanciones.

…Turquía supedita la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN a acciones contra el grupo armado kurdo PKK. Suecia busca que Turquía no bloquee su ingreso a la OTAN: le aseguró a Erdogan que no apoya a organizaciones terroristas.

…Banco Central Europeo: «Un fallo en tether representa una amenaza para todos los criptoactivos”. Advierte de que el colapso de tether provocaría un crash del bitcoin y del resto de criptomonedas.

Lo que no fue noticia (y debería serlo)

…Que el castigo al venezolano de los Sukhoi que violó las sanciones al recibir un pago de Pdvsa es una alerta sobre la importancia que para los americanos tiene ese tema. Atentos con la apertura al mercado de valores y a la necesidad de analizar cada caso desde la perspectiva OFAC.

…O que en el prospecto de las emisiones de Cantv y el BDV, debería haber un apartado dirigido a las sanciones y la OFAC, indicando si impactan o no la negociación, y cómo mitigarlo.

…Ni que la demanda del gobierno de Venezuela de incluir a Rusia y a Alex Saab en las negociaciones se constituyen en un obstáculo más para que el dialogo prospere. Y rechazar a Noruega (“diles que se vayan”) tampoco suma. ¿Será que es el momento de que El Vaticano entre en escena?

…O que, como les decía, es difícil que tengamos elecciones presidenciales alguna vez. Maduro y Cabello lo anticiparon hace un par de meses, y la oposición se sigue negando a asimilarlo, y continúa por un camino de fantasía, que hace todo menos oponerse. Para cualquier país, y el nuestro no es una excepción, es importante tener una oposición fuerte y participativa

…Tampoco que sería interesante conocer cuál es el modelo económico de país que el alto gobierno tiene en mente. Cómo se articulan el mercado de valores con la economía popular, la propiedad privada y la propiedad comunal. Es una mezcla que crea confusión y diluye en sentido de dirección que podría compensar la desconfianza que existe

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Análisis de Entorno: El neochavismo

Benjamín Tripier

A medida que el chavismo fue incursionando en la economía de mercado, se iba creando la incertidumbre de si podía o no podía haber un retroceso a la economía propuesta por el Plan de la Patria. Mercado versus controles, en una pulseada permanente, que aún sigue vigente, desde que se derogó la ley de ilícitos cambiarios, que funcionó como si se le quitara un tapón al flujo económico, que habilitó a que muchas cosas comenzaran a mejorar.

A partir de allí no hubo más modificaciones de leyes, pero sí hubo “desaplicaciones” que comenzaron a mostrar que a medida que el Estado y sus controles se replegaban de la economía, milagrosamente el desabastecimiento y la escasez desaparecieron, y el sistema de precios de referencia fue encontrando nuevos equilibrios.

Claro que la libre circulación del dólar, que, sin ser una moneda de curso legal, ayudó a la estabilidad, favoreció la transaccionalidad, porque ahora ya no era necesario tener bolívares para transar… ahora, en cualquier negocio se aceptaban dólares en las más diversas formas posibles: desde el billete usado y viejo de un dólar, pasando por los más nuevos, hasta todo tipo de instrumento de pago o transferencia.

Aun así, la incertidumbre del retroceso reaparecía de tanto en tanto; con lo del IGTF, los niveles de desconfianza aumentaron, porque era la señal de que el radicalismo económico de la revolución, seguía allí, acechando y esperando su oportunidad. De hecho, el temor sobre el aumento del ingreso petrolero, podía significar mayor capacidad para financiar ese regreso al radicalismo económico, con los controles sueltos en la calle, las prohibiciones, y las tomas, nacionalizaciones y expropiaciones que todo lo anterior implica.

No obstante, el tema IGTF está siendo internalizado y las empresas formales lo están considerando, y las que no lo son tanto, pues lo están ignorando. Es cierto que ahora hay más uso de bolívares, pero no tanto como para cambiar tendencia. O sea que el radicalismo lo intentó, y no le funcionó. Pero claro… la ley del IGTF le da todavía un espacio de presión que podría llegar del 3% actual, al 20% máximo previsto. Si vemos que lo aumentan, entonces podremos entender que siguen intentándolo.

Una primera conclusión es que el tema dólar ya se instaló en la sociedad, y que por más que le pongan trabas, continuará su asentamiento, hasta que, por fuerza de los usos y costumbres. termine aceptándose como una moneda de curso legal, sin que por eso el bolívar deje de ser la moneda de Venezuela.

Este nuevo tema de que el gobierno ofrezca en la Bolsa de Valores de Caracas entre el 5% y el 10% de empresas públicas como Cantv y Movilnet, las empresas mixtas petroleras, empresas de gas e industrias de hierro y acero, es un paso más en el sentido de liberalización de los mercados en Venezuela. El anuncio tiene un sentido táctico concreto, que es el expresado por el presidente: “Necesitamos capital para el desarrollo de las empresas públicas”; pero también un sentido estratégico asociado al traspaso al sector privado de las empresas que opera sin éxito el Estado. Y al hacerlo a través del mercado de capitales ―que es algo que personalmente vengo proponiendo desde hace tiempo― no solo transparenta el verdadero estado de esas empresas, sino que dificulta la posibilidad de un stepback y que los radicales vuelvan por sus fueros revolucionarios.

O sea que, a la dolarización y flexibilización de la economía, ahora se suma la salida al mercado de las empresas públicas; si se unen los puntos, ya se puede ver con mayor claridad un nuevo sentido de dirección. Pero como aún despierta desconfianza, habrá que ver más señales para que termine siendo algo más sólido que una coyuntura.

Les decía que el aumento del nivel de actividad que ha llamado la atención aquí y en el mundo se debía principalmente al tramo transaccional de última milla de nuestra economía. Y que sería bueno que, en vez de nutrirse principalmente de productos finales importados, también comenzará a transar bienes locales con mayor agregación de valor.

Bueno… hay que reconocer que el número de utilización de planta que publicó Conindustria del 29%, en comparación al 18%-20% de hace un año, es una señal alentadora de que la actividad económica está encontrando mayor profundidad; pese a que, con un dólar atrasado, la liberación de los aranceles de importación no lo alientan. Pero bueno…los números (que son creíbles por la fuente) hablan e indican que la actividad ya no es solo cuantitativa y superficial, sino que va adquiriendo mejores perfiles de calidad y de profundidad. Ojalá siga en esa dirección.

Lo anterior es lo que he dado en llamar el “neochavismo”, que es la evolución necesaria que permita recuperar los niveles de actividad y se reduzca la pobreza. Se nota un nuevo posicionamiento político que está tratando de dejar atrás los postulados de la revolución, aunque será difícil ocultar los daños profundos que causó, y el aislamiento mundial al que nos llevó.

Recomendación

Al gobierno:

…Que ordene a los líderes de las diferentes empresas públicas a abocarse a un proceso de revisión interna, para hacer frente a los requerimientos de los estructuradores que vayan a ocuparse de la salida al mercado de los paquetes accionarios mencionados por el presidente

A la dirigencia de la oposición:

…Que la Plataforma Unitaria consiga la adhesión de la cantidad de dirigentes medios y bajos que están pensando que esto no tiene solución, y que “el chavismo es para siempre”. Esto que lograron es solo el principio de algo, que, si no muestra acciones de oposición contundentes, se quedará en las cúpulas y no conseguirán adhesiones duras y genuinas

A los dirigentes empresarios:

…Que eviten caer en la trampa del pronunciamiento político, para un lado o para el otro, porque les dará malos resultados. En un período de tres años ―nada en términos de país― invitaron a Guaidó y a los hermanos Rodríguez, apoyando a cada uno en su momento.

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Regreso del doble comando

Benjamín Tripier

Análisis de Entorno

La situación interna -en lo político, social y económico- se le complicó al gobierno, y se le ha vuelto volátil por la pérdida de apoyo interno que lo afecta; cada vez más distante del partido, y cada vez más lejos del movimiento (chavista), y de las condiciones que le dieron legitimidad en las elecciones del 98; hoy está en su peor momento desde su constitución como movimiento revolucionario. Por lo cual debería considerar seriamente revisar sus principios y ajustar el rumbo. Pero, en vez de hacerlo, se blinda con la nueva Ley Constitucional Antibloqueo, ya no frente a la oposición, o al exterior (donde no se la reconocerán), sino frente al partido y al movimiento.
La capacidad de maniobra que no pudo conseguir con una constitución a su medida, la estaría buscando por esa vía; la cual presenta aristas de flexibilidad en lo económico, pero, en lo político, le da una capacidad casi ilimitada –supraconstitucional- para emprender cualquier acción interna, con la excusa del bloqueo.
La suspensión o postergación de las elecciones del 6D, podrían, ahora sí, entrar en el mapa de posibilidades, pues esa nueva AN resultante, aunque elaborada a la medida del gobierno, podría significarle una molestia a la hora de tener que operar en forma dictatorial, como todo indica que tendrá que hacerlo, cuando el espacio de maniobra se le estreche más aún. Porque de todas maneras, con o sin ella, siempre estaría la AN original de Guaidó, como parte del doble comando que regresó por sus fueros.
Político
La formalización de la consulta popular por parte de la AN –que está dentro de sus facultades- le dará una base al accionar del ecosistema opositor, que dejará de ser abstencionista, y moverá su fuerza y su energía a la participación cívica en la consulta; cuya fecha aún no se conoce, pero debiera ser previa al 6D. El despliegue nacional de los dirigentes, para promover la consulta, debería servir al mismo tiempo para apoyar y organizar las protestas populares genuinas y pacíficas (ojalá sigan así y la gente no se moleste) que todos los días se están dando a lo largo y ancho del país. Y que el gobierno no debería ser un obstáculo para la consulta, porque es un derecho constitucional.
Social
Las colas de la gasolina que en el interior del país pueden durar días, y en Caracas varias horas, se han vuelto un foco de medición del humor popular y a quienes ellos, los “colistas”, atribuyen los problemas que viven en la cola, que son básicamente dos: la falta de combustible, a Chávez y Maduro, y los abusos en el servicio, a la fuerza armada. Ya hace tiempo que la FANB perdió la capacidad de ser el fiel de la balanza, al declararse públicamente chavista; pero ahora, además le suma el resentimiento popular, haciendo que su reputación negativa, entre el común de la gente, se haga difícil de ser recuperada.
Económico

El salto del dólar a Bs 400 mil podía ser analizado desde los escalones resultado de la dinámica perversa a la que nos hemos ido acostumbrando; pero al aumento, que va más allá de esos “límites”, hay que atribuirlo a la inyección de dinero al sistema vía los pagos de PDVSA, de la semana pasada; contradiciendo a la estrategia monetaria restrictiva que desde hace tiempo tratan de imponer vía el encaje extraordinario. Lo que hacen con la mano lo terminan borrando con el codo. Estando claros que el dólar y la inflación se mueven en circuitos diferentes, pero tienen como vaso comunicante, justamente, a la emisión monetaria.
Internacional
La semana se caracterizó por un desagradable debate presidencial en EEUU donde ambos mostraron su lado oscuro; aunque tal vez Trump lo haya capitalizado en algo, de cara a su electorado duro, aparentemente afín a ese tipo de estrategia agresiva. Como luego se contagió de covid, es posible que lo último haya opacado lo anterior. Si algo le faltaba a esa campaña era la incertidumbre de si un hombre de más de 70 años, infectado, podría terminar la campaña o si debería haber un plan “B”.
Por otra parte la UE consolidó su posición de no reconocimiento del 6D, lo cual podría considerarse una derrota personal para Borrell, que estaba promoviendo el reconocimiento a casi cualquier costo…pero no pudo.
Y finalmente, la siempre ambigua posición argentina frente a Venezuela con un embajador en la OEA desconociendo las torturas de los informes de la ONU (FFM y Bachelet), y al día siguiente retractándose
Recomendación
· Al gobierno, que permita el retorno a la normalidad, aprobando protocolos específicos de bioseguridad para cada actividad. Por ejemplo, el retorno a las actividades deportivas, a las playas y a los clubes recreacionales, para mitigar de a poco, el daño psicológico que la decisión de la cuarentena le produjo a la sociedad
· A la dirigencia de la oposición, que aproveche el momento político y social favorable, para desplegarse a nivel nacional y presente un panorama positivo del país que podemos ser, y ponga a la gente a “soñar” con un futuro mejor
· A los empresarios, que tienen que ser creativos y buscar la mejor manera de superar esta coyuntura tan difícil. De la crisis hay que sacar cosas buenas

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El largo "mientras tanto"

Benjamín Tripier

Análisis de entorno

Dentro del chavismo están pasando cosas que los están llevando a divisiones internas que eventualmente podrían derivar en un cisma, cuyas características y profundidad no pueden apreciarse con claridad, por aquello de la disciplina y la verticalidad, casi militar, que los caracteriza. Y esa dificultad se extiende también para el liderazgo propio, que no está “leyendo” la importancia de las transformaciones que están ocurriendo, no solo en la topología social del chavismo, sino en el país en general. La base chavista, cada vez más reducida, no se siente totalmente representada por el partido, y estos dos, a su vez, no coinciden con las decisiones que toma el gobierno, el cual cada vez se vuelve más liberal en sus medidas, al mismo tiempo que radicaliza su discurso. Y ese doble juego, al final del día, va convirtiendo al gobierno en un híbrido que se aleja de su base ideológica, más cercano al “como vaya viniendo, vamos viendo”, que a un sentido de dirección claro, como el que, en su momento, les daba el Plan de la Patria. Para la base chavista, la política está perdiendo importancia, y se concentra más en la supervivencia, con lo cual termina fusionándose con las bases opositoras, y coinciden en que esto está muy mal, que no puede seguir así, y que las cosas tienen que cambiar. La brecha entre esas bases y el gobierno va creciendo todos los días, el cual se va aislando, y reaccionando defensivamente, apoyándose en lo “militar-policial”, porque en lo “cívico” ya no puede, pues no cuenta con ellos.

Político
En la oposición, que no es un grupo cerrado como ellos, también pasan cosas, hasta el punto de tener las siguientes categorías visibles:

  • La enorme base popular (que incluye chavistas) que quiere que el gobierno se vaya, sin importarles mucho quien venga
  • La dirigencia que verdaderamente se opone, y que responde (a veces mas, y a veces menos) a la línea de Guaidó
  • Los políticos opositores funcionales, con la explicación de que como estamos en “democracia”, la solución es con votos
  • Los “opositores” que forman parte de la oposición a la medida, que se fabricó el chavismo

Esa división es la que permite que el disminuido chavismo, con un grupo ideologizado que pudiera llegar al 20%, pueda mantener el control sobre el otro 80%, que está tan dividido y atomizado que hasta incluye a chavistas, ex chavistas, y desilusionados. Por eso es que es difícil que las cosas cambien, y en diciembre seguramente tendremos que el ecosistema chavista, así sea una minoría, cuente con su propia AN y su propia oposición. En definitiva, un solo país –si es que no se divide- con dos sistemas coexistiendo.

Social
La cuarentena se está sosteniendo con una estrategia de miedo al contagio y a la represión, la cual está perdiendo efectividad porque ese miedo está siendo sustituido por otro más fuerte, que es el miedo al hambre. Cuando un alto porcentaje de la sociedad se va a dormir temprano para no extrañar la cena, porque no pudo comprarla para él y su familia; y sabe que al día siguiente la historia será igual o peor; la sensación de angustia se convierte en negación al principio y en rabia después; y saldrá a la calle a conseguir lo que pueda, de la forma que pueda. Lo social se ha convertido en el nuevo foco de preocupación.

Económico
La cuarentena ha profundizado el uso del dinero electrónico, desplazando al efectivo. Y considerando que el efectivo en dólares ya supera al de bolívares, se podría anticipar que en la medida que las plataformas de transacción se amplíen y fortalezcan, el uso del dólar quedará solo para referencia de precios, y para los pagos en efectivo (con riesgo de contagio al manipularlo). Claro que lo anterior es solo para los urbanos, porque en el interior profundo, las gaberas llenas de billetes y el trueque, seguirán siendo los instrumentos para transar.

Internacional
En Venezuela, cada vez se escucha menos hablar de China; de Turquía hace tiempo que no sabemos, de Rusia solo en forma esporádica y disminuyendo, y ahora, últimamente, solo escuchamos hablar de Irán. Con quien compartimos la lista negra vinculada a temas horribles como terrorismo y lavado; y por supuesto, estamos juntos en la lista de sancionados. Ellos son el enemigo declarado de EEUU, y están permanentemente a un paso del conflicto armado; por lo que esa cercanía pudiera involucrarnos en uno que no es nuestro; pero que podría servir como excusa, para complicar el conflicto local. Lo cierto es que el escenario de violencia sigue consolidándose y la gran masa de la sociedad no puede hacer nada para evitarlo.

Recomendación

  • Al gobierno, que revise su estrategia frente a la pandemia, incorporando sociólogos, antropólogos y economistas al equipo de apoyo
  • A la dirigencia de la oposición, que se organice para comenzar a hacer cosas, en vez de solo decir cosas
  • A los empresarios, que reconozcan que tenemos por delante un largo “mientras tanto” y que hay que organizarse para llegar enteros al final del camino

https://www.eluniversal.com/economia/77037/analisis-de-entorno

Elegir, es democracia

Benjamín Tripier

Análisis de entorno

Venezuela ya dejó de ser un país con una sociedad polarizada, pues las grandes bases populares, en más de un 80%, están unificadas y alineadas, en que las cosas cambien para poder vivir mejor. Ahora, en la dirigencia política, la situación es muy distinta, pues allí si nos encontramos con dos ecosistemas claramente definidos, el chavista, y el verdaderamente opositor. Y entre los dos hay una frontera muy permeable, que hace que con cierta facilidad, algunos “opositores”, estén dispuestos a perder sus principios y arriesgar su reputación, para pasarse del otro lado en un extraño rol de oposición funcional, dispuestos a hacerle el juego al gobierno, para asegurarse que siga donde está y minimizarle el riesgo de que haya algún cambio verdadero, que permita a la gente, vivir mejor.

Ya hemos hablado de polarización, ahora hablemos de “brecha”, la cual no es entre los dos ecosistemas, sino entre toda la dirigencia política -de ambos lados- y las bases populares; es tan grande que ya ni se preocupan de preguntarles qué necesitan, pues la respuesta que les darán, no les va a gustar. La sociedad fue cambiando, y como con otras cosas, con el encierro, cambió más aun. Sus demandas ya son diferentes, menos consumistas y más focalizadas en lo importante; lo cual se centra en vivir mejor; con trabajo, agua, gas, electricidad, gasolina, seguridad, educación, salud, y, tal vez lo más importante, con recuperar la esperanza de que mañana pueda alguna vez, volver a ser mejor que hoy.

Político

La elección parlamentaria que está convocando el gobierno, es un tema de cúpulas, y repartición de cargos -cien más, para hacerlo más atractivo- que no le cambiará en nada la vida al pueblo. El día después, el chavismo continuará en el poder, no solo en el central, sino también en las gobernaciones y alcaldías, que controlan la institucionalidad y los presupuestos, en el interior del país. Se trata de una elección regional, en la cual, ese 80% que quiere un cambio, y como sabe que no lo habrá, no se arriesgará a votar en contra, en una mesa donde todos saben quién es quién y qué votó cada quién: entonces, preferirán abstenerse.

Postularse para un cargo que genera ingresos, en una Venezuela empobrecida, tiene un atractivo especial que hará que en las siguientes dos semanas, más de un opositor “duro”, se pase del lado de los que quieren postularse, con la excusa, cada vez más difícil de “comprar”, de que votar es democracia. Craso error, elegir, es democracia; y con tantos presos, exiliados, proscriptos y manipulaciones judiciales, eso no está planteado.

Social

Un problema importante que subyace en las bases populares, es haber perdido el impulso de procurarse el propio sustento. Ya sea por la falta de trabajo formal, por la disminución de las oportunidades de “matar un tigre”, o por la costumbre de esperarlo todo del estado; lo cierto es que olvidan que lo que tienen a su alrededor, lo que usan todos los días, alguien –tal vez como ellos mismos- contribuyó a su producción; alguien que no daba nada por hecho, y entendió que sin producción, trabajo y generación de riqueza e ingresos, no hay posibilidades de progreso, ni para ellos, ni para sus hijos.

Económico

Los meses venideros serán muy difíciles para la actividad económica, pues estaremos en el medio del choque entre el estado, haciendo grandes esfuerzos por recuperar la gobernabilidad perdida, y el mercado manteniendo su inercia liberalizada. Veremos una fuerte radicalización, vía fuerzas de seguridad y control buscando responder, con acciones internas, a las sanciones externas, que todo indica que seguirán profundizándose. Es posible que haya decisiones políticas que afecten a marcas vinculadas con el imperio y el capitalismo, con posible impacto sobre la libertad de los ejecutivos locales.

Internacional

El eje Buenos Aires-Ciudad de México, existe solamente en la imaginación del presidente de Argentina, pues solo él lo menciona, sin que haya ningún eco en la otra punta. El que, contra su voluntad, si está funcionando activamente, es el eje Caracas-Buenos Aires, con una visión de largo plazo, donde las dos puntas hacen grandes esfuerzos profundizando su modelo, y asegurándose la continuidad dinástica con los dos herederos, Nicolasito y Máximo, para las elecciones de 2025 y 2023, respectivamente. Las dos puntas aprendieron, la una a retener el poder, y la otra a no volver a cometer el error de dejarse ganar una elección.

Recomendación
Al gobierno, que abra y descentralice las pruebas del virus, para alcanzar a la mayor población posible, y también acortar el tiempo de respuesta. Debería permitir que las pruebas se vendan en farmacias, que los edificios lo apliquen a todos sus habitantes, y las empresas a todos sus trabajadores.

A la dirigencia de la oposición que verdaderamente se opone, que muestre dinamismo en la aplicación de sus planteamientos. Con lo que hacen sus aliados en el exterior, no alcanza. Aquí adentro, también deben lograr resultados.

A los empresarios, que asuman un rol más fuerte en la RSE, pues solo esa solidaridad, logrará la empatía necesaria para consolidar la confianza de la que ahora disfrutan.

https://www.eluniversal.com/economia/74837/analisis-de-entorno

Solo-mata-gente

Benjamín Tripier

Análisis de Entorno

El concepto de “globalización”, se fue consolidando y convirtiéndose en la estructura que en la actualidad, prácticamente, nos define como civilización. Podríamos visualizarla como una gran red que cubre el planeta, cuyos nodos son países, empresas multinacionales y poderosas organizaciones tipo la Iglesia o la ONU. Se trata de una estructura física apoyada en negocios, información, tecnología, cadenas de suministros y logística, que después de la pandemia quedará intacta, pues el Covid-19, se trata de un virus que funciona como una bomba “solo-mata-gente”, y que deja la infraestructura intacta. Y además no mata a todos los que infecta, sino a un porcentaje relativamente bajo, por lo que posiblemente el impacto profundo de la bomba, no sea el virus en sí mismo, sino la vía que se seleccionó para enfrentarlo, que es la cuarentena masiva. Que se trata de un instrumento eminentemente sociológico –ni sanitario, ni económico- que nos lleva a paralizar el uso de la infraestructura, bajando el nivel de actividad hasta puntos en los que para algunos, será imposible remontar, y algunas empresas, y los empleos asociados, desaparecerán. Y al permanecer la infraestructura intacta, no deben esperarse cambios profundos, excepto tal vez en el comportamiento de la gente, que es el que, a su vez, mueve el comportamiento de las empresas, y que podría proponer una aproximación diferente cuando arranque la reactivación. El trabajo a distancia, la optimización del consumo, y la revalorización del ambiente, podrían ser de los cambios positivos, mientras que estirar el tiempo de vida del petróleo –por el exceso de inventarios y los precios bajos- y el gran desempleo, serian de los aspectos negativos.

La cuarentena detuvo la actividad de un momento para otro, casi sin dar opciones; mientras que el proceso de reactivación –rebote primero y estabilización después- ya estará más, en manos de decisiones gerenciales, porque de cómo se arranque dependerá el nuevo ordenamiento, que seguirá el patrón de comportamiento de la red, reconstituyendo las cadenas de valor, y haciendo que ningún nodo alcance su nuevo equilibrio, hasta que sus proveedores y clientes lo hagan, y hasta que el transporte y la logística estén nuevamente disponibles. Sin duda habrá un nuevo comienzo, que tendrá mucho de lo anterior, algo de aprendizaje y relativamente poco de cosas nuevas.

Político
La situación de la pandemia ha hecho que las ideologías se hayan ido quedando vacías de contenidos prácticos con los cuales resolver el futuro, para cuando esta situación se estabilice; pues parece que terminar, lo que se dice terminar, no ocurrirá en mucho tiempo, y que tendremos que convivir con ella. Y hablo del futuro, porque será el momento en que, infectados o fallecidos, más o menos, todos deberemos buscar un camino que corrija lo que venía ocurriendo; y la política será la llamada a interpretarlo. No es casual el silencio político al que estamos asistiendo en Venezuela donde nadie habla del futuro, y las dos únicas voces que se escuchan, son la propaganda del gobierno y la posición de EEUU/Guaidó, ambos compitiendo por el poder, el uno para mantenerlo, y el otro para obtenerlo. Siempre en el presente, nada para el futuro.

Social
La gente en sus casas está teniendo el tiempo que no tenía para fantasear sobre el futuro, y cómo le gustaría que éste sea, mas desde su punto individual, que influidos por el entorno. El ser humano que emergerá, lo hará siguiendo patrones y expectativas modificados por la cuarentena, los cuales si no son identificados, anticipados y satisfechos por los gobiernos, las brechas que existían se profundizarán. En los países más ricos, la brecha será menor que en los pobres, como nosotros, donde posiblemente se traduzca en descontento manifiesto, que hasta pudiera llegar a la violencia. Ahí, en lo social, está nuestra verdadera bomba de tiempo.

Económico
Cuando los ingresos de un país realmente no alcanzan, ni los maquillajes contables, ni la impresión de dinero inorgánico, o la circulación de cuasi dinero (que en nuestro caso son billetes usados de baja denominación de dólares, de origen incierto), logran “correr la arruga”, por lo que podemos anticipar, que con medidas aisladas por compartimentos estancos, no encontraremos las soluciones de fondo que necesitamos. Hay que hacer algo diferente.

Internacional
Default de deuda, llegada de médicos cubanos, dependencia casi absoluta de China y sobre precios en medio de la pandemia, son algunos de los indicadores tempranos de que en el gobierno de Argentina cada vez más se impone la línea del kirchnerismo camporista. Al igual que Venezuela, podría entrar en un aislamiento regional que no sería bueno ni para la región, ni para la Argentina, y por supuesto, ya estamos comprobando que tampoco lo está siendo para Venezuela.

Recomendación

  • Al gobierno que revise opciones que permitan que, al salir de la pandemia, arranquemos un proyecto de unidad que no solo refleje la voluntad de la gente, sino que nos devuelva el ánimo necesario para reconstruirnos.
  • A las empresas, que hagan una introspección sobre su modelo de negocios y su viabilidad en el entorno post pandemia. Continuar sin cambios de fondo ya dejó de ser una opción