“Las ciudades son laberintos donde el caminante busca inútilmente un rostro humano entre las mercancías”. (Walter Benjamin)

Marchas y concentraciones formaron parte importante del quehacer político de la sociedad civil venezolana a principios de este siglo.

Los Diálogos Mutis de la Biodiversidad, organizados por CAF y realizados en Madrid, plantaron las semillas para crear una ruta en la que la diversidad biológica sea un motor de desarrollo sostenible.

Los viejos usos que sostenían las reglas de juego han sido borrados, hoy se impone el barullo de la telebasura.

El colapso venezolano no es un accidente, sino la consecuencia previsible de una serie de maniobras políticas y económicas que benefician a unos pocos y condenan a la mayoría.

Este encuentro no solo representa un paso fundamental hacia la unidad de profesores, administrativos, obreros, personal profesional y estudiantes, sino que también marca una nueva etapa en la incansable defensa de la universidad y sus derechos.

Pueblo que no conoce su historia está condenado a repetir lo inconveniente, de allí la importancia de conocerla tanto para su desarrollo como para asimilar sus derechos y obligaciones.