

No votar se debe entender como un proceso de participación política contendiente en defensa de la democracia, por cuanto el gobierno tirano de la revolución ha privilegiado desde el 23 de octubre de 2016 la polemología construyendo el Estado Cuartel en contra de la democracia. Estado Cuartel o gobierno polémico convencido de la necesidad de la guerra y el desprecio por la política. La política, que es en la que creemos los demócratas como una actividad que concilia los intereses, respetando la Constitución y las leyes además del gentílico democrático venezolano. No votar la falsa del 20M es lo político, por cuanto el régimen pretende con esa maniobra desconocer al ciudadano, a la ciudadanía, sus intereses y su talante democrático.
No votar la falsa del 20M es lo político y correcto por cuanto la tiranía anuncia en su primer acto de campaña que ya tiene diez millones de votos, es así como los comunistas natos les encanta el Estado Cuartel, el diálogo, la rebelión permanente, la destrucción del Estado y al final una negociación encubierta de espalda a la ciudadanía y de acuerdo con los politiqueros corruptos. Esos politiqueros corruptos son reales enemigos de la política, son representantes de la anti-política porque odian la política, que es una expresión civilizada, y la política requiere de un gobierno político que cumpla con la Constitución, que respete la Ley Orgánica de Procesos Electoral que se ha ido violando desde el primer momento en el que una fraudulenta e írrita ANC decretó la falsa electoral.
¡No votar, señores demócratas! significa hacer política y ser político, es decir, presupone la existencia del Estado venezolano, la validez de la Constitución y la vigencia de las leyes. Todos los venezolanos reconocemos el origen golpista del bestiario militarista que hoy propone el 20M, y todos sabemos que esa falsa electoral está fuera y en contra de la Constitución. Quienes allí acudan lo harán por intereses subalternos y/ o anti políticos. La falsa electoral del 20M es una expresión del amañamiento politiquero y de la corrupción grotesca y primitiva que cunde en Venezuela.
No votar frente a la falsa electoral significa que los venezolanos reclamamos por la vía de una elección real, justa y correcta una nueva realidad, pero esa realidad tiene un valor moral, un valor jurídico, un valor social y un valor histórico, en el cual se reclama el reemplazo de una revolución fracasada, comunista y contraria al sentir de la mayoría de los venezolanos. No votar significa defender la Constitución y oponerse a la tiranía, no votar es creer y defender la política como ciencia que concilia, que refuerza un concepto de República, que niega el tolitarismo del bestiario militarista y demanda redefinir el nuevo gobierno político cercano a la democracia. No votar es un acto político, un acto valiente y acto histórico para la recomposición de Venezuela en el siglo XXI.
Es original,
Director de CEPPRO
CARTA POLITOLÓGICA N° 02
27 de abril de 2018