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El mundo se nos pone más chiquito aún

opresión
Tiempo de lectura: 2 min.

Con el inmenso déficit de democracia que ya muchos llaman dictadura, con la libertad bien limitada y condicionada; sin independencia de las ramas del Poder Público Nacional, todas están sujetas y dependen de quien está en el ejercicio de la presidencia de la República y de su claque; con pobreza y hambre generalizadas, sin empleos formales, dignos y bien remunerados, con jubilaciones y pensiones de lo último, con el salario mínimo más bajo del mundo y como si fuera poco con una absurda y criminal persecución a la disidencia, el mundo lo tenemos muy estrecho, con las últimas medidas adoptadas por los Estados Unidos. 

Ofrecer cincuenta millones de dólares por la captura de Maduro a quien califica de narcotraficante, terroristas y perturbador de la paz global; con la orden impartida por el gobierno de EE.UU. para que sus hombres de armas enfrenten con TODO al narcotráfico y terrorismo que es una declaración de guerra, el mundo se nos cierra mucho más y se no pone muy chiquito. La decisión o decisiones de EE.UU. son de muy largo alcance, de altísimo calibre y de consecuencias internacionales que llega a los relacionados con el buscado que ahora tendrán que meditar si continúan la relación o no. 

Todo ello nos conduce como país a una soledad no conocida y pasaremos a ser una especie de isla en el concierto de las naciones libres del mundo, mantendremos relaciones con gobiernos seriamente cuestionado política y moralmente. Con seguridad padeceremos la escasez de muchos bienes fundamentales de nuestra dieta alimentaria diaria y de bienes de demanda masiva, porque los importadores deben estar meditando sobre la conveniencia o no de seguir relacionado con este régimen. Pasamos a integrar la nefasta lista de los pueblos sometidos políticamente y en manos terroristas.

El retrato del país de hoy en nada se parece al que teníamos el año 2000, que muchos dicen “éramos felices y no lo sabíamos”. Cuando uno tiene agua continua y potable, ella, el agua, pasa desapercibida, pero cuando escasea o no la tenemos empezamos a añorarla y desearla con desesperación.

Al parecer el país se cansó de Acción Democrática y de COPEI y se dejó cautivar por un improvisado golpista. Sin duda alguna la decisión fue funestas y se rompió aquello “que el pueblo no se equivoca”, “metió la pata hasta el estómago” creo que ello nos sirve de ingrata experiencia para no tropezar con la misma piedra y también nos indica que cuando estamos enfermo no todas las medicinas son buenas, debemos estudiarlas y examinarlas muy bien para determinar cuál es la conveniente para superar el mal. Pienso que todo apunta a la corrección cuanto antes de lo que aún tenemos para iniciar la construcción del país deseado.