
La Venezuela actual se define por una necesidad de cambio abrumadora y la clara inviabilidad de un régimen chavista en declive acelerado. En este contexto de profunda crisis económica y petrolera, y con extrema pobreza social, la oposición liderada por María Corina Machado se consolida como la única reserva de institucionalidad y moral, respaldada por una creciente presión internacional que acelera la inminente transición del país.
Reconocimiento de premisas y referencias clave:
• Necesidad y voluntad de cambio generalizadas: existe una creciente y profunda necesidad de cambio en la población venezolana, con un claro consenso de que "nadie quiere pasar la página" y una abrumadora mayoría (84,5%) que no aceptará que los resultados del 28 de julio de 2024 sean parte del pasado.
• Inviabilidad y declive del chavismo: el chavismo ya no es sustentable; ha perdido la iniciativa mediática, política y comunicacional, se ha quedado sin "amigos" a quienes recurrir y ya nadie les cree. Presenta profundas divisiones internas, carece de apoyo popular y militar, y sus ingresos están disminuyendo. Es un gobierno de facto, sin legalidad ni legitimidad, y en minoría. El tiempo juega en su contra, ya que sus actos violentos solo aumentan su toxicidad y aislamiento, generando cada vez más fracturas internas.
• Rol de la oposición y apoyo internacional: la oposición, liderada por María Corina Machado (con 73.9% de confianza popular) y Edmundo González Urrutia (con 52,9% de confianza) -y el rechazo a Nicolás Maduro de 88,1%- se percibe como una reserva de moral e institucionalidad que debe mantener el impulso interno y externo. Sin el apoyo de EEUU, no se espera una movilización masiva ni una disposición interna para una transición forzada. La política de Estados Unidos hacia Venezuela es clara: la perciben como una "amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior".
• Presión internacional creciente: los "amigos" del chavismo como China, Rusia e Irán, enfrentan sus propios problemas internos y geopolíticos, limitando su capacidad de apoyo sustancial a Venezuela. La relación de Venezuela con Irán ha generado preocupaciones en Washington sobre una posible plataforma de influencia iraní en la región.
• Crisis económica profunda y estructural: la economía venezolana está en una recesión que se profundiza, con una inflación creciente y escasez de dólares, impulsada por la depreciación descontrolada del tipo de cambio y el financiamiento monetario del gasto público. La salida de Chevron y otras empresas de servicios petroleros reducirá la producción a 500.000 barriles por día o menos para fines de 2025, lo que implica una pérdida de tecnología, experiencia especializada y eficiencia operativa, dejando el negocio petrolero en un virtual desierto. La dependencia de las materias primas ha impedido la diversificación económica y el modelo rentista ha colapsado sin un sustituto viable.
• Contexto social radicalizado y empobrecido: la situación se caracteriza por una radicalización política, económica y social. La pobreza multidimensional afecta a más del 88% de la población, con la pobreza extrema rondando el 50%, y la mayoría de los hogares están lejos de alcanzar la canasta básica. La creciente informalidad del empleo y la incapacidad del gobierno para desarrollar políticas sociales agravan la pobreza.
Si bien la oposición liderada por María Corina ha logrado victorias importantes, se percibe como en un punto de desgaste por el paso del tiempo sin que el cambio de gobierno se hubiera materializado. Las fuentes indican que la oposición ha estado "haciendo banco", actuando como una "reserva de institucionalidad y moral", con una influencia limitada para una transición sin el apoyo directo de Estados Unidos.
Para impulsar una nueva etapa que refresque las esperanzas, y basándose en referencias alcanzables, se pueden proponer las siguientes tres acciones de refrescamiento:
1. Lanzar un "plan de días cero" detallado y tangible, comunicado de forma sencilla y masiva. Aunque la oposición ya tiene un plan económico que apunta a una transformación radical y convertir a Venezuela en un "hub energético" más el “plan del trillón de dólares” y la posibilidad emanada desde esta columna de un “Plan Marshall para Venezuela”, la nueva etapa requiere traducir esta visión en acciones concretas y entendibles para el ciudadano de a pie. La gente vive las consecuencias diarias de la mala gestión del chavismo y la pobreza, y busca mejoras tangibles en su calidad de vida. La acción fresca consistiría en:
◦ desarrollar y comunicar un "Plan de Días Cero" y "Primeros 100 Días" enfocado en la solución de problemas cotidianos más urgentes, como la disponibilidad de agua, electricidad, y alimentos, así como el acceso a servicios básicos y medicamentos;
◦ este plan debe ir más allá de las "líneas gruesas de posibilidades" y explicar el "cómo" se abordarán estas soluciones de manera muy práctica y con una línea de tiempo realista, incluso si las mejoras son progresivas. Por ejemplo, cómo se va a iniciar la recuperación de la infraestructura y cómo se garantizarán "bonos de equilibrio" o ayudas directas durante la transición para mitigar el impacto en los más vulnerables;
◦ la comunicación debe ser clara, optimista y sin agresividad, generando confianza y "esperanza informada", mostrando cómo las propuestas se traducirán en un "nivel de vida superior, equiparable al de sociedades del primer mundo en tiempos relativamente cortos".
2. Articular un "marco de Transición para la reconciliación nacional" con Incentivos diferenciados. Las fuentes resaltan las "profundas divisiones y fracturas internas" dentro del chavismo. Se ha mencionado que el chavismo "tiene que llevar a cabo un necesario proceso de limpieza interna que, aunque tarde, será su única garantía de supervivencia". La sugerencia previa para el chavismo es "gestionar una salida ordenada y lo menos traumática posible". La acción fresca implicaría:
◦ la oposición, apoyada por actores internacionales (Estados Unidos y Argentina, por ejemplo, que ya colaboran en operaciones como Guacamaya), debe proponer públicamente un marco formal para una transición gestionada que ofrezca "caminos de salida" claros para los actores chavistas de niveles intermedios y bajos (excluyendo a los "capos" con órdenes de captura internacional, cuyo destino es la "persecución global");
◦ este marco debería diferenciar entre la cúpula criminal con pedidos de captura internacional y recompensa, y aquellos que, por presión o necesidad, han sido "cooptados" por el régimen, ofreciéndoles un camino hacia la reinserción en una Venezuela democrática que respete el estado de derecho y promueva la reconciliación. Esto busca aumentar las "fracturas" y la "desconfianza metida dentro" del gobierno de facto, acelerando las deserciones pacíficas;
◦ el mensaje clave sería que la prioridad es el bienestar de la nación y evitar un "descenso a los infiernos" o una "tierra arrasada", y que la cooperación en una salida negociada mitigaría el "juicio de la historia".
3. Institucionalizar un programa de retorno y reintegración productiva de la dáspora y el capital humano. Venezuela cuenta con una diáspora de 8 millones de venezolanos lista para regresar en un porcentaje del orden de 50%, más o menos; y se reconoce la importancia del capital humano. El país necesita urgentemente "personal calificado y competente" para la reconstrucción, y se ha sugerido un plan "más robusto para incentivar el retorno". La acción fresca consistiría en:
◦ crear un programa estructurado y públicamente accesible para la diáspora, no solo incentivando su regreso, sino articulando cómo sus habilidades y capital pueden ser directamente integrados en la reconstrucción del país;
◦ esto podría incluir plataformas de mapeo de habilidades (especialmente en sectores clave como energía, tecnología, salud, educación), programas de capacitación o revalidación, y "centros de formación obligatorios" vinculados a los planes de desarrollo productivo y la generación de "empleos genuinos";
◦ se deben establecer incentivos claros para la repatriación de capital y conocimiento, aprovechando la oportunidad de "saltar etapas e incorporar innovación de inmediato" debido al atraso tecnológico. Esto mostraría una esperanza concreta al vincular la diáspora directamente con la visión de "Venezuela de regreso al escenario energético mundial" y su transformación en un "hub energético de las Américas".
Las acciones anteriores, al centrarse en la comunicación proactiva de un plan tangible, la gestión estratégica de las fracturas internas del régimen, y la capitalización del talento de la diáspora, buscan generar una "inercia" que posicione a la oposición más allá de la mera "resistencia" y hacia una fase de preparación activa para la gobernanza y la reconstrucción.
Sin perder de vista la estrategia de preparación y ejecución intensiva para los primeros momentos y días inmediatamente posteriores al cambio de gobierno, tales como un bono masivo importante en dólares que haga que la gente realmente pueda “cuantificar” la esperanza. Es un concepto crítico en la planificación estratégica para transiciones de esta magnitud, especialmente en un país como Venezuela, que enfrenta desafíos tan profundos.
Un plan de acción unificado: tres ejes para acelerar el cambio
La confluencia de análisis estratégicos nos lleva a un consenso crucial sobre cómo operar en los meses venideros. No se trata solo de consolidar el rechazo al statu quo, sino de construir activamente el camino hacia la nueva República, gestionando expectativas y generando una conexión tangible con el ciudadano de a pie.
Eje 1: Apropiarse del campo comunicacional y gestionar expectativas con honestidad
Este es el pilar fundamental. Es imperativo que la voz que guía a Venezuela hacia su porvenir domine la narrativa, y lo haga con un rigor estratégico que hasta ahora ha sido disperso.
- Coordenadas de tiempo: inmediato y sostenido (desde ahora hasta la consolidación del nuevo gobierno).
- Acciones clave:
- Unificación del mensaje: la directriz es construir una "sala situacional" de comunicación que amalgame la visión ambiciosa del futuro con la cruda realidad del presente. Esto implica un blindaje activo contra la desinformación y una "contrainteligencia comunicacional" que neutralice los ataques del régimen.
- Comunicación de la dificultad inicial: es crucial abandonar la promesa de una mejora instantánea y adoptar una postura honesta sobre los desafíos. Se debe comunicar con claridad que los primeros años serán de "turbulencia" y un "descenso a los infiernos" en muchos aspectos, antes de ver la verdadera mejoría. Esta transparencia es vital para gestionar las expectativas de la población y construir resiliencia social. La credibilidad se gana reconociendo la magnitud del daño y preparando al ciudadano para el esfuerzo que se avecina.
Eje 2: Humanizar la visión del futuro abordando temas cotidianos
La gran visión de una Venezuela potencia debe traducirse en beneficios concretos y tangibles para el ciudadano común. Las aspiraciones macroeconómicas, por legítimas que sean, deben conectarse con el día a día.
- Coordenadas de tiempo: Corto plazo (próximas semanas y meses, previo al cambio de gobierno).
- Acciones clave:
- Agenda de lo cotidiano: empezar a tratar y proponer soluciones para problemas que afectan directamente la vida de la gente, tal como hizo Edmundo González Urrutia con el tema de las lluvias. Esto incluye la crisis del agua, la electricidad, la salud, el transporte y la seguridad ciudadana (incluso en un contexto de control actual).
- Detalle en la reconstrucción social: es vital especificar cómo la transición del asistencialismo al mercado se traducirá en empleos genuinos y cómo se reconstruirán los servicios básicos de manera progresiva. La gente necesita saber qué significa la "prosperidad" en su nevera, en su ambulatorio, en el aula de sus hijos. Cada detalle suma confianza.
Eje 3: Revelar el impacto Individual de los grandes planes de reconstrucción
La propuesta de transformar a Venezuela en un "hub energético de las Américas" y generar "trillones de dólares" en riqueza es poderosa a nivel estratégico y de inversión externa. Sin embargo, para el venezolano de a pie, esta visión puede resultar abstracta. Es indispensable que cada ciudadano pueda responder con facilidad a la pregunta: "¿Cómo quedo yo ahí?"
- Coordenadas de tiempo: mediano plazo (Meses previos a la transición y durante la fase inicial de cambio).
- Acciones clave:
- Articulación de valor agregado individual: explicar cómo la privatización de la industria energética y la diversificación económica (turismo, agricultura, tecnología) se traducirán en nuevas industrias, empleos y oportunidades de emprendimiento a nivel local. Mostrar cómo el procesamiento de energía internamente generará puestos de alta calidad y bienestar en cada región.
- Plan de retorno y reincorporación del talento: detallar un programa robusto para incentivar el regreso de la diáspora, no solo de profesionales de alto nivel, sino también de técnicos y trabajadores calificados. Es fundamental que estos planes especifiquen cómo se les reinsertará en un mercado laboral en expansión, cómo se reconocerán sus experiencias y cómo se les ofrecerán condiciones de seguridad y dignidad.
- Transparencia como beneficio directo: subrayar cómo la lucha contra la corrupción, mediante mecanismos innovadores como la apertura de información pública y la desmaterialización de procesos, generará un ambiente de confianza que beneficiará a todos los ciudadanos, atrayendo inversión que se traducirá en bienestar colectivo y no solo en el enriquecimiento de unos pocos.
La implementación simultánea y coordinada de estos tres ejes no solo fortalecerá la credibilidad y la conexión emocional del pueblo venezolano con la visión de futuro, sino que, de manera crucial, servirá para acelerar el proceso de cambio de gobierno. Al mostrar una alternativa sólida, honesta y tangible, se incrementará la presión interna y externa, haciendo que la inviabilidad del régimen sea aún más evidente e insostenible.
El futuro de Venezuela no es un anhelo distante, es un proyecto claro, alcanzable y cada vez más inminente. Las señales indican que el "cuándo" podría estar mucho más cerca de lo que se cree, y este plan de acción busca asegurarse que el "cómo" sea lo más eficaz y venturoso posible para todos.
Recomendaciones
Para el gobierno chavista (que vive sus momentos finales): gestionar activamente el riesgo de implosión y disolución forzada mediante la desvinculación de actividades ilícitas y la mitigación de fracturas internas. Reconociendo las profundas divisiones y quiebres dentro del gobierno de facto al más alto nivel, el creciente descontento en sus propias bases y la pérdida de apoyo popular y militar, se les insta a comprender que el tiempo está en su contra y que sus actos de violencia solo aumentan su toxicidad y aislamiento.
Para el liderazgo opositor (bajo la conducción de María Corina Machado): consolidar la unidad y preparar la gobernanza; comunicar una visión de futuro clara y esperanzadora, y blindar el mensaje y fortalecer la contrainteligencia comunicacional. Es imperativo establecer un protocolo de comunicación unificado y centralizado para información sensible, creando una "célula de monitoreo de desinformación" con analistas de inteligencia para identificar, refutar y anticipar las campañas del chavismo. La transparencia y la verificación de fuentes deben ser las banderas de su comunicación. Se les recomienda no reaccionar a rumores y construir una narrativa sólida y constante sobre la visión de país.
Para la dirigencia empresarial (que ha estado cooptada por el chavismo): asumir un liderazgo pro-democrático: Deben asumir un verdadero liderazgo frente a la sociedad, anticipando el "tsunami" y proponiendo medidas concretas para que los empresarios y las personas protejan su patrimonio. Además, deben advertir que la única forma de salir de esta situación caótica es con una transición política y despolitizar las juntas directivas de las cámaras para preservar la esencia del empresario que hoy está socialmente desprestigiada.
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https://www.elnacional.com/2025/06/analisis-de-entorno-la-estrategia-inminente-para-acelerar-la-transicion-y-construir-la-venezuela-del-manana-el-3x3/