Entre tantas barbaridades de este mafioso régimen, ahora se le ocurre lo nunca imaginado, la locura de revocarle la nacionalidad venezolana a nacidos en nuestro país. Se estima en veinticinco los amenazados, entre ellos Edmundo González y María Corina Machado, por el hecho de desear y luchar por un cambio radical de lo que aun desgraciadamente tenemos, dirigentes sociales y periodista por el pecado de informar.
Como toda dictadura totalitaria se cree con el derecho de hacer todo lo que le da la gana sin importarle lo previsto en nuestra Constitución que claramente establece que “los venezolanos por nacimiento no pueden ser privados de su nacionalidad”, pero el régimen insiste, lo ha dicho Maduro a viva voz que solicitará al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) las referidas revocatorias y un señor llamado Luis Ratty, que es un rastrero, servidor incondicional y alabardero del régimen.
No nos extrañemos que el TSJ declare con lugar esta horrorosa demanda y así lo decida, al fin, ese tribunal es parte sustancial de la dictadura y como tal, perdió toda la confianza del país. Pero como toda autoridad usurpada es ilegítima y sus actos son nulos, si se les ocurre esa barbaridad, después del cambio que viene muy pronto, será declarada nula, inexistente .
Entre tanto nos queda el recurso del desacato que la Constitución nos otorga en casos de leyes, normas o procedimientos injustos, bajo el amparo de la figura que se conoce como “desobediencia civil”.
Uno cree haber llegado al tope máximo de alarma y preocupación, pero nos equivocamos porque el régimen a menudo da nuevas razones para la exasperación mayor. Realmente no se entiende tanta torpeza , tanto desconocimiento de los derechos ciudadanos, en fin, tanta ignominia que es un inmenso deshonor.
Afortunadamente estamos muy cerca de la salida del poder de este régimen y su seguro sometimiento a la justicia, pues no es posible que tanto daño y perjuicio queden impunes.
Muy pronto veremos un nuevo y radiante amanecer y nos abrazaremos llenos de entusiasmo y felicidad porque Maduro y su combo se fueron e iniciamos el cumplimiento de la apasionante tarea de construir el país que todos queremos con prosperidad, bienestar y felicidad para todos, especialmente para los necesitados y vulnerables.