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Se le acabaron las fechas

Opinión
Artículos de opinión
Tiempo de lectura: 4 min.

La ciudadanía venezolana, es decir, hombres y mujeres corrientes de esta sociedad torturada por la vía de la ideologización y la ineptitud del maldito militarismo, se llenaron de esperanza, casi de fe, a partir del 5 de enero cuando por la vía de la Teoría del Estatuto se instauró lo que establece la Constitución, que no es otra cosa más que la elección de un venezolano responsable por la conducción de una sociedad en conflicto. Creció la emoción, pronto se convirtió en esperanza, ahora parece tendencia, pero falta una acción continua política direccionada con objetivos claros y definidos que retroalimenten la tendencia democrática, para que por la vía de la Transición Política se pueda acometer el cambio político impostergable habida cuenta los grandes sufrimientos y torturas a los cuales ha estado sometido esta sociedad por la perversión del castrochavismo y el castromadurismo.

Complicadísima realidad política, en un Ambiente Político Real Violento que es aprovechado por un madurismo-militarista que boquea, que está arrinconado y que es despreciado por la mayoría extensa de hombres y mujeres que reclaman el derecho legitimo, original, de vivir civilizadamente. Ese arrinconamiento que se observa en los caporales y lacayos del régimen, requiere de una acción política contendiente que es descrita en los estudios de sistema político y en el área de política domestica como Transición Política. Transición Política que obliga a quienes pretenden liderar tan complejo Ambiente Político Real a que expongan para la ciudadanía y, sobre todo, para la historia y para el mundo las acciones políticas incrementales que conduzcan después de la desobediencia civil…a la Huelga General.

Liderar significa dirigir, conducir, orientar, animar, es decir, que quienes se han mostrado como lideres con legitimidad de origen, que comprenden además, el martirio que vive la sociedad venezolana toda, no les queda tiempo, no tienen más fechas para decidir con entereza política el modelo de Transición Política de una Venezuela política asfixiada, sufrida, dolida, que no quiere apuro… pero sí consistencia, direccionalidad, motivo y objetivo para reemplazar a quienes de manera grotesca y primitiva gritan que están dispuestos para todo. La Transición Política como vía de participación con motivo, dirección y sentido esté presta y lista para reemplazar a la mafia política, que asaltando al Estado-nación ha mostrado el más grande y grave fracaso por su corrupción exponencial, por su torpeza política y por un liderazgo militarizado que se acerca al concepto de mafias colectivas dispuestas a la destrucción de un país, que se niega a rendirse.

Liderazgo es lo que requiere hoy la República, pero no el liderazgo bobalicón de anuncios, de promesas de aproximación ¡NO¡ el liderazgo que obliga la crisis actual es el sujeto que piensa, analiza y decide. Decide e insiste en mostrar que somos la mayoría, la mayoría democrática que con rectitud y fortaleza esta dispuesta a reinstalar el Estado de Derecho, el Orden social, el emprendimiento empresarial, la activación del mundo intelectual, empezando por las universidades y, sobre todo, por el cubrimiento de la paz para la construcciones urgentes que demanda un país atizado por la locura del marxismo en pleno siglo XXI.

El liderazgo que requiere ahora y ya la República se acerca al estadista. Estadista que entiende que cuanto tiene que hacer en política, economía, ética, relaciones internacionales y otras áreas críticas deben proyectarse para los próximos 25 años. El estadista tiene que entender que estamos en presencia de la “sociedad liquida”, de la “contrademocracia”, de la “instantaneidad” y sobretodo del gentilicio del venezolano, esos que después de 20 años de saber la grotesca penetración comunista a la Academia Militar, tuvimos que soportar a un chavismo engolosinado y a un madurismo ladrón, que constituyen la más grave mácula y vergüenza de una sociedad.

El líder estadista comprende y reacciona como tal ante el venezolano sufrido, ese que no tiene para el desayuno, esas familias que no tienen agua, a los estudiantes universitarios que no pueden comprar sus libros, al hospital que no tiene luz eléctrica, al chófer que no tiene como comprar repuestos y que por encima de todos esos ¡No! ,tienen claro que la democracia en toda su extensión lo que significa es superior, y será mediante esa expresión democrática de la Transición Política quien desplace a esta locura, a este sin sentido o insensatez de una revolución, que no es otra cosa más que la más grave regresión que puede haber sufrido sociedad alguna en el mundo.

El líder estadista no tiene fechas, lo que tiene que hacer es proyectar hacia el futuro su decisión única, junto a una masa crítica importante de líderes, con legitimidad de origen para activar la Transición Política. Y con ello sumar todas las voluntades de mujeres y hombres, de instituciones, de cuerpos sociales y de organizaciones diversas que ya no soportan más la grotesca propaganda de quienes destruyeron a Venezuela. La destruyeron porque no conocen la ética, son ignorantes, han actuado mediatizados por el castrismo y el marxismo que fracasaron en el mundo, como fracasaron en Venezuela apagándole hasta la luz que nos proporcionaba el Gurí lo cual ya dice de su incapacidad, primitivismo y extrema locura.

Es original,

Director CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 29 de marzo de 2019