

Las tarimas repletas de activistas del PSUV con fusiles, pistolas y otros armamentos constituyen la expresión, más cobarde, desgraciada y cruel de los castrochavistas y los castrocomunistas que, después de casi 20 años de fracaso, robo, asalto y perdición en sus acciones, pretenden defenderlas por la vía de la violencia armada. Muestran así la desgracia de un grupo político amarrado por la polemología, carentes de sentido de la historia, ausentes del conocimiento de la ciencia política y llenos de miedo por cuanto la Transición Política los arropa. Los arropa desde hace tiempo con la “Revuelta”, con las “Raíces Sanas” y con la decisión valiente ciudadana de ¡Cercar los cuarteles!
Tarimas llenas de fusiles mostrados por oficiales, expulsados del antiguo estamento militar por conspiradores de oficio, al igual que por degenerados miembros de los colectivos, de los círculos bolivarianos o simplemente…brazos armados construidos a la sombra de un Estado Fallido que todavía desconocen el gentilicio democrático del venezolano. Pero más grave aún, un régimen que no termina de entender la decisión plena, total, cabal de mujeres y hombres que como repúblicos, están decididos a la defensa de la República y la reinstalación de la democracia liberal. La democracia liberal que se fundamenta en la súper ley de la Constitución, en el cuerpo de leyes, pero sobretodo en la ética utens, en la ética docens y en la ética aplicada, pilares de la democracia
El bestiario militarista armado, capitanes retirados, tenientes que no fueron ni siquiera sub-tenientes, generales y otros especímenes ideologizados, enloquecidos fuera de la realidad política-social e histórica creen que mostrando fusiles, pistolas y hasta lanzacohetes, van a detener a la Venezuela democrática. Se equivocan, entiendan, comprendan y admitan que no podrán jamás con el valor, espíritu y convicción política democrática de quienes como mujeres, hombres, niños y ancianos tienen la convicción de que Venezuela como Estado- nación se merece una democracia. Una democracia, bestiario, en la cual el individuo está por encima de la comunidad y el Estado. Esa democracia está hoy representada por todos los venezolanos incluyendo los indígenas, que en el borde de la paz y el inicio de la guerra no aceptan ni aceptaran que se pierda la oportunidad de hacer posible la Ayuda Humanitaria.
Ayuda Humanitaria que no es un problema logístico ¡No! Es un problema político por cuanto la Ayuda Humanitaria aparece después del fracaso rotundo, total de una casta política inmoral, impreparada y atorrante, que creyó en la supuesta eficiencia del elemento armado para conducir los destinos y/o gobiernos de un Estado-nación. Pues por torpes, por ignorantes y por testarudos e incapaces no pudieron hacer el cambio y siguieron practicando lo que Claude Hellen demostró en su libro que era sencillamente imposible. Pero, por ignorantes, fracasaron, y fracasaron de tal manera que han logrado construir tres vectores peligrosos: las Raíces Sanas, la Revuelta y un fervor social llamado ¡Cercar los Cuarteles!
La Revuelta, las Raíces Sanas y el vector ¡Cercar los Cuarteles! de la sociedad, se conjugaran como un todo para hacer historia política, para hacer historia humanista, para hacer historia de decencia y de dignidad de una nación que está harta del militarismo obsecuente, de la guerra psicológica, de las burdas y grotescas expresiones, de que no se sabe cómo 1.200 o 1.400 generales -que operan no como mandos ni como comandantes sino como un Partido Político en Armas- pueden seguir simulando ser gobierno cuando solo son parásitos.
De allí que, la Revuelta, las Raíces Sanas y el vector de ¡Cercar los Cuarteles!, coincidan, se fortalezcan y hayan comenzado a operar para crear el momento crítico que muestra este Ambiente Político Real Violento. Ambiente Político Real Violento instrumentado por el miedo del régimen y que tendrá dos respuesta: la repuesta interna de esta trilogía y la respuesta externa de la Seguridad Colectiva del Hemisferio Occidental a la que están obligando a todos los países latinoamericanos aunque no se consiguieran todos los votos del Pacto de Río.
La Revuelta, las Raíces Sanas y el vector ¡Cercar los Cuarteles! no es una esperanza es un hecho político concreto, es una realidad en la cual muchos hombres que están presos hoy en el cuerpo armado y muchos otros que no estando presos todavía ejercen funciones en ese cuerpo armado, se sientan profesionales militares y en una “coyuntura única y extraordinaria” se junten para junto al vector civilista de ¡Cercar los Cuarteles! se reúnan y conformen un hecho definitorio, que se explicara mediante la expresión ¡Fuera el Castrocomunismo de Venezuela! Venezuela espacio para la decencia política, lugar para la democracia y cuna de la decencia y la pretensión de una sociedad libre, sin ataduras ideológicas en la cual sea posible pensar, disentir, amar y construir como lo queremos la mayoría de los venezolanos.
Las Raíces Sanas, la Revuelta y el vector social y cívico de ¡Cercar los Cuarteles!, tiene la autonomía, pero además la iniciativa, son queridos por los demócratas, son el futuro de la Venezuela democrática y además… serán los encargados de enjuiciar severamente hasta los supuestos arrepentidos que mediante el tráfico de droga, el asalto del tesoro y los negocios turbulentos han destruido el país material pero jamás al país moral, a la sociedad ética, al venezolano real. Las Raíces Sanas, la Revuelta y el vector ¡Cercar los Cuarteles!, constituyen el primer gran resultado de este momento crítico del 23F y son indiscutiblemente desde ya… la gran esperanza y el deseo inicial e inequívocamente la enorme fortaleza, de todos los demócratas para dejar inscritos que nadie podrá asustar la reinstalación de la democracia en la República de Venezuela, que busca un cambio hacia la postmodernidad.
Es original,
Director de CEPPRO
Caracas, 22 de febrero de 2019