

Fue un día que brilló, como sol de trópico, la luz de la esperanza. Se llenaron los corazones de optimismo y expectativa. La cercanía a la felicidad hizo brotar los sentimientos más profundos y las emociones abarcaron los espacios extensos e infinitos del pensamiento redentor y libertario. La satisfacción recorrió avasallante y triunfalista, con velocidad de cohete interplanetario, el territorio nacional y se incrustó desafiante en la convicción colectiva de la mayoría de la población. ¡Al fin, el golpe de Estado! La rebelión militar, la posibilidad de derrotar al nefasto gobierno de Maduro. Hacía tiempo largo que la población esperaba una acción de esta naturaleza. Había estado latente en las aspiraciones y deseos de las mayorías. Consciente como se está, en el dogma, de que solo los militares pueden hacer cambiar de gobierno y restaurar una junta de transición y convocar a elecciones. Finalmente, se daba lo esperado. ¡Un alzamiento militar! La otra alternativa posible, la “intervención militar extranjera”, como complemento, se veía mucho más probable.
Gran festejo colectivo
En el fondo, se sabía que la solución de esta aguda crisis socioeconómica solo se superaría por la acción de los venezolanos y solo por su voluntad y actividad pudiera darse con el traste a esta dictadura totalitaria. Un cúmulo de ideas, de toda naturaleza, surgió en la mente del 80% de la población. Revoloteaban impacientes las imágenes de hambruna, miseria, escasez y el caos en los servicios públicos. Aleteaban incesantes en la psiquis la corrupción, el narcotráfico y la incapacidad para gobernar. La perspectiva de cambiar el gobierno multiplicó a la N potencia el espíritu de lucha y el aporte personal a la causa. Se estaba dispuesto a dar el todo por el todo y las calles y avenidas se llenaron de pueblo y lucha. Se quebró la unidad monolítica de las FFAA y había llegado lo esperado hace un largo tiempo. La alegría era mucha y la manifestación pública se convirtió en un gran festejo colectivo. Confiados en el liderazgo protagónico del 30-A, la gente se fue a la calle cumpliendo satisfecha la orden. Sin dudas, los líderes, tiene la mayor credibilidad y aceptación dentro del abanico de dirigentes opositores.
Las nueve lecciones del 30-A
El triunfo de esta intentona deja importantes lecciones, algunas de las cuales modifican el panorama y la realidad de la lucha política en Venezuela. Veamos. Primero. El gobierno está hoy más acorralado que nunca. Se le ve débil y timorato. Segundo. Es un mito la unidad monolítica de las FFAA. Tercero. Allí, se abrió una brecha gigante para el trabajo y la captación de militares activos. Cuarto. El liderazgo de Guaidó salió fortalecido y creció la confianza en su asertiva dirección. Quinto. Se fortaleció la convicción de cambio entre la masa opositora. Sexto. El descontento general por la crítica situación económica constituye el principal motor de la protesta popular. Séptimo. La unidad de la dirigencia opositora es una condición “sine qua non” para el logro de trazados objetivos políticos. Octavo. La intervención internacional en la política interna es básica y compone bastión fundamental del desenlace final. Noveno. Hace falta una planificada y coherente estrategia dirigida al seno de las FFAA.
Regresar a la democracia
La “Operación Libertad” puede convertirse en un antes y un después. En una acción referente en la lucha por la democracia y la libertad. Puso en jaque al gobierno de Maduro y levantó a la enésima potencia el anhelo por una vida mejor de progreso individual y colectivo. A medida que pasen los días iremos conociendo los efectos principales y colaterales de la “Operación Libertad”. Producirá cambios en las estrategias del gobierno y en las de la oposición. Unos los conoceremos y otros no. Unos a lo interno y otros a lo externo. Todavía hay mucha tela que cortar en el análisis del desarrollo y secuelas de la “Operación Libertad”. Los cambios generarán cambios y éstos a su vez tendrán consecuencias, muchas de ellas imponderables y sorpresivas. Se decanta la vía estratégica política y se robustece el liderazgo opositor. La “Operación Libertad”, entiendo yo, es un proceso de eventos y actividades engranados a una política para alcanzar la etapa de cese a la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres, justas, honestas y transparentes, con nuevo y paritario (gobierno-oposición) CNE y observación directa internacional de tipo independiente. Lo que significa regresar a la democracia y al sistema de libertades colectivas e individuales.
@efecepe2010