

Nos acercamos a los 300 años de dialogo infinito con el pensamiento, la civilidad, la cultura y el conocimiento, desde que el Rey Felipe V,(1721) decretara la génesis de lo que es hoy la Universidad Central de Venezuela.
Orgullosa, altiva y libre puede presumir , como los griegos antiguos de la Escuela filosófica de la Academia , quienes la valoraban como el lugar donde solo se exigía como requisito el intelecto de los invitados para discernir sobre los asuntos debatidos en los simposios habituales de la época, que incluían “ la posibilidad d gobiernos maravillosos”
Siguiendo con el parangón de la Academia Griega, donde descollaba la inmensa figura de Platón, en cuya entrada un escrito advertía , “Nadie entre que no sepa de geometría” . Consideraban sus maestros que ello era un signo de autonomía). decimos que en la UCV lo primero que descubrimos al ingresar , es que nadie debe entrar sin estar dispuesto a preservar la misma libertad disfrutadas por aquellos filósofos y aceptar que no existen razones únicas , ni absolutos en el ámbito del conocimiento . Este es ilimitado, abierto y libre como corresponde a una de las Instituciones más antigua del país, desde donde comenzó el difícil proceso de construir la cultura de la civilidad nacional, base esencial de la democracia y el pensamiento libre.
Distinto a lo que ocurre con la Universidad venezolana, no tenían los griegos antiguos enemigos internos que pretendieran destruir su propia civilización. La amenaza provenía del militarismo externo, representado por los persas, a su rey Jerjes a quien molestaba la cultura y la libertad de aquellos: “un imperio basado en el poder absoluto y militar no podía permitir la existencia de una sociedad formada por hombre libres que además pensaban”.
Como puede apreciarse es muy antigua la lucha contra el oscurantismo.
La Casa que Vence la Sombra es fiel continuadora de los esfuerzos de siglos por trascender el umbral del oscurantismo, abundan ejemplos en su extenso historial, cercano al tricentenario, que sirven de testimonio al compromiso de la UCV por la civilidad y la democracia. Ha sido bastión irreductible de esos valores y tesonera para hacer de ellos parte inmanente y constante de la sociedad venezolana.
La comunidad ucevista de hoy, no desmerita ese noble historial, gracias a ella todos reconocen que el talento acumulado por siglos , renovado constantemente , y el compromiso de la UCV con la Democracia y el País es una poderosa valla contra el oscurantismo persa del Siglo XXI.
En la Casa Docta predomina el coloquio reflexivo y fructífero, donde no hay lugar para el pensamiento único ni dogmas. Los filósofos que oían atentos a Platón, con el derecho a refutarle, se sentirían libres y ciudadanos respetados en nuestra Universidad Central de Venezuela
El País puede celebrar sin reservas y con mucho orgullo los 297 años de una de sus instituciones ms nobles y dignas e impermeable a desalientos y al oscurantismo persa del Siglo XXI
22 de diciembre de 2018