

La incertidumbre invade los pensamientos y las actitudes políticas de la gente. No hay nada claro y tampoco existe camino seguro. A la elección del 20-M se va sin emoción ni esperanza. Por primera vez una elección desapasionada. Sin competencia para la gran mayoría. Victoria cantada triunfo asegurado. Un proceso electoral frío como un tempano de hielo. Planificado y programado para respaldar la estrategia política del gobierno. Que necesita oxigenarse en popularidad y bañarse de una estela de corte democrático. Elecciones adelantadas con voto controlado. Casi una trampa casa bobos. Una obra de teatro con elenco contratado y una distribución de papeles consensuada. ¡Qué culpa tiene la estaca que el sapo brinque y se estaque! Unas elecciones a imagen y semejanza del oficialismo. Proyectadas para alcanzar metas propias de la estrategia que favorezca al gobierno.
Dividir es hacer el juego
Aunque parezca una paradoja le hace el juego quien divide para participar y también quien divide llamando a la abstención. Simplemente, porque solo será competitiva con un candidato único de la oposición, un único programa, una misma propuesta y un solo mensaje. Que la elección se produzca representando la polarización existente en el país. Unidos ambos bandos. Cada quien representando su propio modelo, su propio sistema democrático y socialista y su imagen programática. Pero, además será necesario un CNE integrado paritariamente a nivel de junta directiva y de mesas electorales. Con el férreo control del proceso que se tiene hoy es imposible ganar una elección. Incluso competir dignamente. Un órgano electoral independiente, democrático, justo y transparente. Pero mientras la institucionalidad siga siendo manejada al capricho de quienes gobiernan –se atrasan o adelantan elecciones- no habrá condiciones y garantías para participar en unas libres elecciones.
Allí está la tragedia. Es la división opositora la que respalda paradójicamente la estrategia política del Chavismo. Como consecuencia del desbordamiento de los egos y el sobre salto de las pretensiones y ambiciones personales de quienes han fingido en algún momento ser líderes o dirigentes principales. Una oposición dividida ideológicamente, estratégica y organizativamente contribuye con la supremacía y preferencia que hoy tiene el gobierno en amplias capas de la población. Aunque son minorías lucen fuertes desde el punto de vista de su menguado arrastre popular y su imagen organizativa. Respaldados positivamente por el efecto controlador de las misiones y grandes misiones. Parte de la imagen de fortaleza del oficialismo se debe, sin lugar a dudas, a la objetiva fractura de la dirigencia y organizaciones opositoras. Quienes proyectan decaimiento e incompetencia para hacer frente al gobierno.
Pelear palmo a palmo
Como si todo esto fuera poco, los abstencionistas carecen de oferta programática. No hay propuestas que emocionen en la calle e inviten a luchar. Es una invitación a la inacción. A ver los toros desde las barreras. Lo correcto sería llamar a luchar en las calles, los circuitos, las parroquias, los centros y las mesas de votación. Pelear palmo a palmo. Voto a voto. Y también en la estructura del CNE. Pero el liderazgo opositor sufre de artritis y de cansancio intelectual. Quieren la papa pelada. Que la presión internacional haga el trabajo. Que se la ponga tan fácil como pelar una mandarina. Las rivalidades les paralizan y el temor a perder les confunde. Les paralizó la falta de institucionalidad e inconstitucionalidad. No saben pelear contra un gobierno autoritario, que maneja los poderes públicos a su antojo.
Fortalecer los partidos
No obstante, los rumores de -golpe de Estado, embargo petrolero, invasión militar extranjera, mayores sanciones económicas y financieras y superior tenaza de boicot y bloqueo comercial- a este gobierno se le hace cambiar con la presión en la calle, la protesta por la situación socio-económica y la convocatoria a grandes manifestaciones en todo el territorio nacional. Para lo cual hay que fortalecer la organización de los partidos políticos e incorporar al movimiento general de protesta a la sociedad civil. Activar al frente creado y formular y divulgar una orquestada batería de propuestas sociales y económicas acorde con las demandas actuales de la población. Esto cambiará cuando se combata políticamente en el territorio poblacional. Y la gente vea la alternativa con importante posibilidades de triunfar.
@efecepe2010