Éramos una potencia petrolera mundial, en 1998 producíamos tres millones quinientos mil barriles diarios, con planificación para en cuatro años llegar a cinco millones; hoy escasamente y a duras penas estamos en 700.000. Guyana, cuyas condiciones no se acercan a las nuestras, produce 600.000 barriles de petróleo todos los días; en algún momento nos superan.
Muy lamentablemente este régimen, a partir de 1999, se dedicó exclusivamente a acabar con el país, todo lo bueno lo transformó en malo y lo malo en peor. Éramos una potencia en la región en instalaciones de importantes zonas industriales que hoy son cementerios de galpones vacíos y oxidados, el capital fue llevado al cierre o a irse a otras tierras.
Medianamente nuestras tierras nos daban para alimentarnos y hoy son pedregales llenos de malojo y culebras, quienes las trabajaban fueron desalojados y obligados a irse, las tomaron por asalto para acabar con su fertilidad y propiedad para la cría. La pobreza es descomunal como nunca en nuestra historia y el hambre corre la misma suerte.
Después de ésta, la otra dictadura que yo viví fue la de Perez Jiménez, aunque muy joven me percaté en mi familia y en amistades que estábamos en un régimen donde no existían los derechos ciudadanos, menos aún los políticos y la libertad era muy limitada de acuerdo a lo que la dictadura resolviera, pero había seguridad pública, personal y de bienes, había comida y se conseguía trabajo, la inmensa mancha era la ausencia de Libertad, la persecución, encarcelamiento, tortura y asesinato a la disidencia, pero quien no se metía en política podía vivir sin mayores problemas, pero en fin, el hecho de no tener Libertad lo dice todo y debe sublevar al espíritu más tranquilo.
Ahora no tenemos seguridad, no tenemos empleos dignos, más del 75% sufre de pobreza y hambre y todo ello en una situación donde se persigue, encarcela, tortura y asesina a quienes discrepan y lo primero que hicieron fue dedicarse a acabar con PDVSA, nuestra industria que nos daba desarrollo integral, trabajo, comida y bienestar, ahora al borde del colapso total, la saquearon criminalmente y todo apunta a que la dejan morir sin atención, sin actualización y sin modernización.
El cuadro no puede ser más dantesco, espantoso y horroroso. Creo que al florentino Dante Alighieri no se le hubiera ocurrido pintar un cuadro más tétrico que el que tenemos.
Llegaron al poder para acabar con el país y es lo único que han hecho parcialmente bien; nos han maltratado bastante, pero aún hay mucho país y sobre todo gente con valores, convicción y principios dispuestos a sacarlo del abismo y traerlo nuevamente a la superficie del desarrollo integral, del bienestar y de la felicidad para todos.
Sabemos que la tarea de la recuperación nacional será muy dura y ardua, pero con la ayuda de Dios, nuestra inteligencia, capacidad de servicio y voluntad saldremos con éxito de ese compromiso.