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Primero lo bonito, luego lo verdadero

Opinión
Tiempo de lectura: 2 min.

¿Cómo fue posible que Alemania y buena parte de Europa, pueblos talentosos y cultos, hayan soportado regímenes como el de Hitler que dejó millones de muertos y sometieron criminalmente a sus habitantes? 

Tal vez la razón está en que el mal nunca se presenta como es, monstruoso, lo hace con rostro amable y ofrece libertad, justicia, progreso y paz, pero cuando con astucia y habilidad logra el poder, da rienda suelta a sus criminales ideas de persecución, encarcelamiento, tortura y hasta muerte a la disidencia y no acepta la existencia de organizaciones políticas distintas, solo la suya puede estar y desconoce la dignida de la persona humana llevando a la ruina a los pueblos. 

Recordemos que “los amigos de las tinieblas son más astutos que los de la luz”, que “el patrón felicitó al administrador porque hizo las cosas con astucia como siempre ocurre con gente de este mundo que son más astutos que aquellos que han recibido la luz”, también “eligió al deshonesto porque lo había hecho con astucia en correspondencia cuando se trata de negocios y la gente de este mundo es más astuta que la gente espiritual”. 

Los párrafos entre comillas anteriores son afirmaciones de Lucas, quien fue médico, evangelista y uno de los colaboradores de Pablo de Tarso, después de la conversión de ambos. Lucas no conoció a Jesús pero supo de Él después de abrazar el cristianismo y de hablar extensamente con los testigos presenciales de los acontecimientos de la vida de Jesús, su muerte y resurrección.

Los criminales se disfrazan de Angeles para alcanzar sus sucios y obscuros objetivos y cuando los logran, se despojan del disfraz y se desenvuelven tal como son, diabólicos y deshumanizados.

Sabemos que el que se fue dijo no ser comunista, todo lo contrario, respetar la propiedad privada y convocar a todos para un gobierno incluyente, democrático y protagónico, pero cuando llegó se declaró marxista, expropió irresponsablemente miles de propiedades privadas en condiciones óptimas y gobernó con una caterva de íntimos que le eran incondicionales, todos obedientes al dictador comunista Fidel Castro que los manejó como le dio la gana y de esa forma e inicia el dramático camino que nos trajo a esta inmensa crisis que vivimos, creo la más profunda de todos los tiempos y por desgracia y muy lamentablemente quien lo sucedió lo hizo y ha hecho peor, profundizando el caos y el desastre. 

Todos son lobos cobijados con pieles de cordero para confundir y llegar a donde quieren para satisfacer sus subalternos intereses personales y servirse del Estado.

Quien asesinó a Trotski en Mexico, empezó por enamorar a su secretaria como vía para tener acceso a la casa donde se encontraba el objetivo; lograda la confianza de Trotski y demás residentes, cuando el líder leía un artículo que le llevó para su corrección, le clavó un piolet (herramienta usada para escalar montañas) en la nuca y al tercer día falleció. Iban a matar al asesino, pero Trotski moribundo pidió que no lo hicieran, para que confesara que fue enviado por Stalin para matarlo. Cumplió veinte años de cárcel, no se si aún vive. Este penoso episodio está muy bien narrado por Leonardo Padura en su extraordinario libro “El hombre que amaba a los perros”.

Todos primero muestran sus mejores caras y gestos y luego muerden la mano de quien les da de comer. Alerta para que solo pasen los buenos probados y vueltos a probar.