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Las fallas de los rescates multilaterales

Rompecabeza
Tiempo de lectura: 3 min.

Durante décadas, América Latina ha sido terreno recurrente de rescates económicos orquestados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y otros organismos multilaterales. Sin embargo, la historia muestra que esos rescates han fallado en su propósito fundamental: crear economías estables, competitivas y sostenibles en el largo plazo.

La primera gran falla ha sido la naturaleza reactiva de los rescates. Los organismos internacionales suelen entrar cuando la crisis ya estalló, inyectando liquidez para evitar un colapso inmediato, pero sin generar un cambio estructural de fondo. Esto produce un ciclo perverso: rescate, alivio temporal, retorno al endeudamiento, devaluaciones, alzas en tasas de interés y nueva crisis.

La segunda falla es la condicionalidad homogénea. El FMI y el Banco Mundial aplican recetas estándar, diseñadas por burócratas que no han trabajado en empresas privadas. El resultado ha sido recetas políticas que rescatan al Estado que causó los déficits a costa de los ciudadanos privados.

Una tercera falla es la falta de incentivos a la inversión privada. Las privatizaciones que se hacen son para crear monopolios privados y bajo ciertos privilegios económicos para aumentar ingresos fiscales, no para abaratar las transacciones a los ciudadanos. Se rescatan bancos centrales y se refinancian deudas soberanas, se suben impuestos y se bajan aranceles sin antes disminuir los trámites gubernamentales y raramente se generan incentivos .

Finalmente, hay un problema de riesgo moral: al saber que siempre habrá un prestamista de última instancia, los gobiernos repiten políticas fiscales y monetarias que llevan al desastre.

¿Cómo se rescatan las grandes potencias?. Para entender mejor las fallas latinoamericanas, vale la pena contrastar con lo que harían las grandes potencias si se enfrentaran a una crisis de magnitud. Estados Unidos: Usa su moneda de reserva global para emitir deuda que los mercados siempre demandan. La Reserva Federal compra bonos y provee liquidez masiva (quantitative easing) directamente a las empresas productivas. El Tesoro implementa paquetes fiscales de billones de dólares para sostener el empleo e inversión. El sector privado participa inmediatamente: fondos de inversión, bancos y corporaciones cofinancian la recuperación.

En China: Activa su enorme sistema de banca estatal para canalizar créditos directos hacia empresas estratégicas. Lanza megaproyectos de infraestructura (puentes, trenes, puertos) que multiplican el empleo y dinamizan la economía. Moviliza a empresas privadas en alianza con el Estado, con objetivos claros de competitividad global. Controla el tipo de cambio y utiliza sus reservas internacionales como escudo de confianza.

¿Y qué hacen los países que acuden al FMI? El caso de países como Venezuela, Argentina o Ecuador es distinto: Llegan al FMI sin acceso a mercados financieros, con reservas agotadas y economías desestructuradas. El rescate se limita a refinanciar deudas y otorgar liquidez de emergencia. El Estado, en lugar de invertir, usa los fondos para estabilizar el tipo de cambio y cubrir el déficit fiscal. Hay sobrevaluación de la moneda y no se atrae inversión privada masiva sino a grupos privilegiados porque reina el favoritismo y los privilegios hacia grupos privados del exterior. El ajuste se centra en subir impuestos y bajar aranceles sin cortar antes el sobrepeso del estado como costo a la economía.

Diferencias claves: En cuanto a origen del capital: EE.UU. y China se financian con sus propios mercados y reservas. América Latina depende de prestamistas externos en una moneda que no es de ellos. Por destino de los fondos: EE.UU. y China canalizan el dinero hacia inversión y empleo. FMI impone que el dinero vaya a pagar deudas y cubrir déficit. En cuanto al rol del sector privado: En EE.UU. y China, el rescate siempre incluye capital privado con incentivos más generales y menos privilegios. En Latinoamérica, los rescates son estatales y bancarios, con mínima inversión productiva para el común de los ciudadanos. Por visión estratégica: EE.UU. y China rescatan para mantener competitividad global. FMI rescata para evitar defaults y proteger acreedores.

¿Qué cambios se necesitan?: Latinoamérica requiere un cambio de paradigma: pasar de rescates centrados en deuda soberana a esquemas que prioricen la atracción de inversión privada en mayor proporción. Para ello, es necesario: que los organismos multilaterales auditen las cuentas de cada país y dejen que los inversionistas privados del mundo sean los que inviertan en empresas directamente y transformen deuda en inversión productiva. Esto hace que la inversión privada vaya a en sectores de alto multiplicador económico. Menos préstamos al estado y más inversión de riesgo a las empresas. Participación ciudadana y transparencia

América Latina no necesita más rescates financieros que pongan venditas a las crisis y corran la arruga, sino rescates por inversión privada dinamizada por el sector privado de cada país con inversionistas privados de todo el mundo. La diferencia es profunda: uno apaga incendios, el otro construye futuro.
Los organismos multilaterales deben aprender de las potencias. Solo así la región saldrá del círculo vicioso de deuda y pobreza para convertirse en un polo de desarrollo global.

@alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/214915/las-fallas-de-los-rescates-multilaterales