El llamado a una "constituyente obrera" con la finalidad de instaurar un nuevo sistema sindical es analizado desde la perspectiva crítica como una potencial estrategia para establecer un sistema corporativista o sindicalismo de Estado de corte fascista. Esta interpretación se basa en la preocupación de que los sindicatos dejen de ser instrumentos de lucha y defensa de los trabajadores para convertirse en órganos de control y subordinación al poder estatal.
El Sindicalismo de Estado y la Amenaza Fascista
El modelo temido por los críticos es aquel donde el Estado no solo regula las relaciones laborales, sino que las absorbe y dirige ideológicamente, eliminando la autonomía sindical.
1. La Inversión del Rol Sindical
En un sistema democrático liberal, los sindicatos son organizaciones autónomas que actúan como contrapoder al empleador y, en ocasiones, al propio Estado, defendiendo los intereses económicos y sociales de sus afiliados (derecho a la huelga, negociación colectiva, etc.).
- Sistema Fascista/Corporativista: El sistema propuesto invierte este rol. El sindicato deja de ser un espacio de libertad de asociación para convertirse en un órgano de transmisión de las políticas gubernamentales. Su función principal pasa a ser disciplinar a los trabajadores y garantizar la productividad y la paz social impuesta, en lugar de negociar mejoras salariales o condiciones laborales.
2. Control a Través de la "Constituyente Obrera"
El uso de una "constituyente obrera" como mecanismo para este cambio es visto como una forma de dar legitimidad popular a un proceso de control autoritario.
- Imposición Ideológica: En lugar de debatir libremente un modelo sindical, la "constituyente" se utiliza para imponer una estructura vertical y centralizada que responda a los principios de la ideología oficial ("socialismo", "revolución", etc.), tal como lo establece la crítica a la "Ética Socialista" en otros ámbitos legales.
- Eliminación de la Pluralidad: Se busca la creación de un sindicato único o un sistema de federaciones unificadas que eliminen la disidencia y la pluralidad sindical, concentrando la representación en manos de estructuras afines al gobierno.
Paralelismos Históricos y Contemporáneos
La crítica utiliza ejemplos históricos y actuales para fundamentar el temor a esta regresión:

En conclusión, la perspectiva crítica ve en la "constituyente obrera" una peligrosa puerta para imponer un modelo de control laboral, donde la lealtad al proyecto político prevalece sobre los derechos de los trabajadores, replicando esquemas históricos de sindicalismo fascista o de Estado.