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La cotidiana modernidad

Opinión
Tiempo de lectura: 3 min.

'Once upon a time' o sea hace mucho tiempo en Venezuela y, seguramente, en otros países había panaderos que diariamente entregaban el pan fresco a la puerta de la casa y se pagaba semanal o quincenalmente. Antes de eso, también se distribuía la leche en cantaros a lomo de burro y, posteriormente, cuando se popularizó la pasteurización dejaban las botellas o los llamados 'cartones' con leche en la puerta de la casa. Eso era el 'delivery' de aquellos tiempos ya casi remotos. 

La ropa y otros artículos del hogar, en su mayoría denominados mercancía seca los vendían casa por casa los llamados 'turcos' o'coteros', gente de origen árabe transformados en los 'amazon' de esos tiempos y circunstancias. Se pagaba en cómodas cuotas. Las tarjetas de crédito vinieron después, a partir de 1950 ya existían en USA.

También existían las bodegas o pulperías generalmente ubicadas en las esquinas de las cuadras en muchos barrios y aun en el centro de las ciudades. Los supermercados como popularmente se conocen aparecieron en Estados Unidos a finales del siglo 19 y en Venezuela alrededor de 1950, los primeros en nuestro país fueron TODOS (CADA) y Central Madeirense. No recuerdo de ese tiempo las entregas a domicilio tal como existen ahora, cuando las aplicaciones telefónicas y nuevas formas de empleo las han generalizado. 

Sin embargo, los grandes supermercados, sean de cadenas o no, no han logrado sustituir totalmente los pequeños negocios de víveres y los mercados centrales de algunas ciudades tanto en America como en Europa. Los hay realmente maravillosos con sus productos frescos y la atención personalizada.

Aun así, en el siglo 21 la modernidad ha cambiado casi todo, muchas veces para bien, pero en algunos casos para mal. El placer de ir de compras, especialmente para las damas, se ha transformado y se han disminuido los paseos de 'shopping' por los 'malls' o centros comerciales. Las grandes exhibiciones están ahora en las pantallas de teléfonos y computadoras. Amazon, principalmente, y otras empresas similares se ocupan de llevar el articulo pedido a tus manos. Si no te gusta o no te calza lo comprado lo devuelves y ya. El procedimiento no siempre es sencillo para los inexpertos.

En las tiendas tradicionales las cosas la vez, las tocas, te las mides, consultas tu disponibilidad financiera o crédito y decides, compro o no compro. Teniendo todavía la alternativa del apartado o 'layway plan'.

Las compras en línea han dejado fuera de la competencia a muchas tiendas pequeñas independientes y hasta algunas de cadena. Un ejemplo es SEARS, prestigiosa cadena de tiendas de fama mundial que desapareció hace algún tiempo.

Igualmente, aunque la entrega de comidas a domicilio existe desde hace mucho tiempo, se ha exacerbado tanto que incide en las ganas de ir a comer solo o en buena compañía a un restaurante o a un quiosco de comida callejera o 'food truck' como ya muchos los llaman. Hasta los nombres se han globalizado.

Por otra parte, la automatización ha avanzado tan aceleradamente que es bastante difícil mantener el ritmo. Esos desarrollos en los procesos industriales y comerciales producto de ese avance, incrementados con la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) nos arropan. Se facilitan muchas operaciones y se economiza tiempo y dinero pero afecta al empleo, factor básico de la economía importante de considerar. La maquinas autónomas serán cada vez más frecuentes y visibles en los campos de cultivo, las factorías, el transporte, los centros educativos, el entretenimiento y pare de contar. Tan sorprendente seria para mi viajar en un automóvil autónomo que solo se me ocurriría preguntar: ¿y dónde está el piloto?

Aunque la comunicación a distancia ha superado toda expectativa, las cercanas y familiares se han visto afectadas y hasta las sexuales porque mucho se habla del sexo virtual. Imagínense que una pareja, mientras se toma de las manos con sensación de amorosa cercanía, tienen ambos la vista puesta en paisajes lejanos, trabajando o 'chateando' con alguien más. Naturalmente que las videoconferencias y las videollamadas múltiples son una maravilla, facilitando el trabajo cotidiano, fomentando la amistad y la unión familiar.

Total que a ciertas edades hay que acelerar el paso, aunque correr no se pueda, para no ir tan a la saga de esa cotidiana modernidad producto del avance indetenible de la ciencia y la tecnología.

Octubre 2026