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Benjamín Tripier

Elegir, es democracia

Benjamín Tripier

Análisis de entorno

Venezuela ya dejó de ser un país con una sociedad polarizada, pues las grandes bases populares, en más de un 80%, están unificadas y alineadas, en que las cosas cambien para poder vivir mejor. Ahora, en la dirigencia política, la situación es muy distinta, pues allí si nos encontramos con dos ecosistemas claramente definidos, el chavista, y el verdaderamente opositor. Y entre los dos hay una frontera muy permeable, que hace que con cierta facilidad, algunos “opositores”, estén dispuestos a perder sus principios y arriesgar su reputación, para pasarse del otro lado en un extraño rol de oposición funcional, dispuestos a hacerle el juego al gobierno, para asegurarse que siga donde está y minimizarle el riesgo de que haya algún cambio verdadero, que permita a la gente, vivir mejor.

Ya hemos hablado de polarización, ahora hablemos de “brecha”, la cual no es entre los dos ecosistemas, sino entre toda la dirigencia política -de ambos lados- y las bases populares; es tan grande que ya ni se preocupan de preguntarles qué necesitan, pues la respuesta que les darán, no les va a gustar. La sociedad fue cambiando, y como con otras cosas, con el encierro, cambió más aun. Sus demandas ya son diferentes, menos consumistas y más focalizadas en lo importante; lo cual se centra en vivir mejor; con trabajo, agua, gas, electricidad, gasolina, seguridad, educación, salud, y, tal vez lo más importante, con recuperar la esperanza de que mañana pueda alguna vez, volver a ser mejor que hoy.

Político

La elección parlamentaria que está convocando el gobierno, es un tema de cúpulas, y repartición de cargos -cien más, para hacerlo más atractivo- que no le cambiará en nada la vida al pueblo. El día después, el chavismo continuará en el poder, no solo en el central, sino también en las gobernaciones y alcaldías, que controlan la institucionalidad y los presupuestos, en el interior del país. Se trata de una elección regional, en la cual, ese 80% que quiere un cambio, y como sabe que no lo habrá, no se arriesgará a votar en contra, en una mesa donde todos saben quién es quién y qué votó cada quién: entonces, preferirán abstenerse.

Postularse para un cargo que genera ingresos, en una Venezuela empobrecida, tiene un atractivo especial que hará que en las siguientes dos semanas, más de un opositor “duro”, se pase del lado de los que quieren postularse, con la excusa, cada vez más difícil de “comprar”, de que votar es democracia. Craso error, elegir, es democracia; y con tantos presos, exiliados, proscriptos y manipulaciones judiciales, eso no está planteado.

Social

Un problema importante que subyace en las bases populares, es haber perdido el impulso de procurarse el propio sustento. Ya sea por la falta de trabajo formal, por la disminución de las oportunidades de “matar un tigre”, o por la costumbre de esperarlo todo del estado; lo cierto es que olvidan que lo que tienen a su alrededor, lo que usan todos los días, alguien –tal vez como ellos mismos- contribuyó a su producción; alguien que no daba nada por hecho, y entendió que sin producción, trabajo y generación de riqueza e ingresos, no hay posibilidades de progreso, ni para ellos, ni para sus hijos.

Económico

Los meses venideros serán muy difíciles para la actividad económica, pues estaremos en el medio del choque entre el estado, haciendo grandes esfuerzos por recuperar la gobernabilidad perdida, y el mercado manteniendo su inercia liberalizada. Veremos una fuerte radicalización, vía fuerzas de seguridad y control buscando responder, con acciones internas, a las sanciones externas, que todo indica que seguirán profundizándose. Es posible que haya decisiones políticas que afecten a marcas vinculadas con el imperio y el capitalismo, con posible impacto sobre la libertad de los ejecutivos locales.

Internacional

El eje Buenos Aires-Ciudad de México, existe solamente en la imaginación del presidente de Argentina, pues solo él lo menciona, sin que haya ningún eco en la otra punta. El que, contra su voluntad, si está funcionando activamente, es el eje Caracas-Buenos Aires, con una visión de largo plazo, donde las dos puntas hacen grandes esfuerzos profundizando su modelo, y asegurándose la continuidad dinástica con los dos herederos, Nicolasito y Máximo, para las elecciones de 2025 y 2023, respectivamente. Las dos puntas aprendieron, la una a retener el poder, y la otra a no volver a cometer el error de dejarse ganar una elección.

Recomendación
Al gobierno, que abra y descentralice las pruebas del virus, para alcanzar a la mayor población posible, y también acortar el tiempo de respuesta. Debería permitir que las pruebas se vendan en farmacias, que los edificios lo apliquen a todos sus habitantes, y las empresas a todos sus trabajadores.

A la dirigencia de la oposición que verdaderamente se opone, que muestre dinamismo en la aplicación de sus planteamientos. Con lo que hacen sus aliados en el exterior, no alcanza. Aquí adentro, también deben lograr resultados.

A los empresarios, que asuman un rol más fuerte en la RSE, pues solo esa solidaridad, logrará la empatía necesaria para consolidar la confianza de la que ahora disfrutan.

https://www.eluniversal.com/economia/74837/analisis-de-entorno

Solo-mata-gente

Benjamín Tripier

Análisis de Entorno

El concepto de “globalización”, se fue consolidando y convirtiéndose en la estructura que en la actualidad, prácticamente, nos define como civilización. Podríamos visualizarla como una gran red que cubre el planeta, cuyos nodos son países, empresas multinacionales y poderosas organizaciones tipo la Iglesia o la ONU. Se trata de una estructura física apoyada en negocios, información, tecnología, cadenas de suministros y logística, que después de la pandemia quedará intacta, pues el Covid-19, se trata de un virus que funciona como una bomba “solo-mata-gente”, y que deja la infraestructura intacta. Y además no mata a todos los que infecta, sino a un porcentaje relativamente bajo, por lo que posiblemente el impacto profundo de la bomba, no sea el virus en sí mismo, sino la vía que se seleccionó para enfrentarlo, que es la cuarentena masiva. Que se trata de un instrumento eminentemente sociológico –ni sanitario, ni económico- que nos lleva a paralizar el uso de la infraestructura, bajando el nivel de actividad hasta puntos en los que para algunos, será imposible remontar, y algunas empresas, y los empleos asociados, desaparecerán. Y al permanecer la infraestructura intacta, no deben esperarse cambios profundos, excepto tal vez en el comportamiento de la gente, que es el que, a su vez, mueve el comportamiento de las empresas, y que podría proponer una aproximación diferente cuando arranque la reactivación. El trabajo a distancia, la optimización del consumo, y la revalorización del ambiente, podrían ser de los cambios positivos, mientras que estirar el tiempo de vida del petróleo –por el exceso de inventarios y los precios bajos- y el gran desempleo, serian de los aspectos negativos.

La cuarentena detuvo la actividad de un momento para otro, casi sin dar opciones; mientras que el proceso de reactivación –rebote primero y estabilización después- ya estará más, en manos de decisiones gerenciales, porque de cómo se arranque dependerá el nuevo ordenamiento, que seguirá el patrón de comportamiento de la red, reconstituyendo las cadenas de valor, y haciendo que ningún nodo alcance su nuevo equilibrio, hasta que sus proveedores y clientes lo hagan, y hasta que el transporte y la logística estén nuevamente disponibles. Sin duda habrá un nuevo comienzo, que tendrá mucho de lo anterior, algo de aprendizaje y relativamente poco de cosas nuevas.

Político
La situación de la pandemia ha hecho que las ideologías se hayan ido quedando vacías de contenidos prácticos con los cuales resolver el futuro, para cuando esta situación se estabilice; pues parece que terminar, lo que se dice terminar, no ocurrirá en mucho tiempo, y que tendremos que convivir con ella. Y hablo del futuro, porque será el momento en que, infectados o fallecidos, más o menos, todos deberemos buscar un camino que corrija lo que venía ocurriendo; y la política será la llamada a interpretarlo. No es casual el silencio político al que estamos asistiendo en Venezuela donde nadie habla del futuro, y las dos únicas voces que se escuchan, son la propaganda del gobierno y la posición de EEUU/Guaidó, ambos compitiendo por el poder, el uno para mantenerlo, y el otro para obtenerlo. Siempre en el presente, nada para el futuro.

Social
La gente en sus casas está teniendo el tiempo que no tenía para fantasear sobre el futuro, y cómo le gustaría que éste sea, mas desde su punto individual, que influidos por el entorno. El ser humano que emergerá, lo hará siguiendo patrones y expectativas modificados por la cuarentena, los cuales si no son identificados, anticipados y satisfechos por los gobiernos, las brechas que existían se profundizarán. En los países más ricos, la brecha será menor que en los pobres, como nosotros, donde posiblemente se traduzca en descontento manifiesto, que hasta pudiera llegar a la violencia. Ahí, en lo social, está nuestra verdadera bomba de tiempo.

Económico
Cuando los ingresos de un país realmente no alcanzan, ni los maquillajes contables, ni la impresión de dinero inorgánico, o la circulación de cuasi dinero (que en nuestro caso son billetes usados de baja denominación de dólares, de origen incierto), logran “correr la arruga”, por lo que podemos anticipar, que con medidas aisladas por compartimentos estancos, no encontraremos las soluciones de fondo que necesitamos. Hay que hacer algo diferente.

Internacional
Default de deuda, llegada de médicos cubanos, dependencia casi absoluta de China y sobre precios en medio de la pandemia, son algunos de los indicadores tempranos de que en el gobierno de Argentina cada vez más se impone la línea del kirchnerismo camporista. Al igual que Venezuela, podría entrar en un aislamiento regional que no sería bueno ni para la región, ni para la Argentina, y por supuesto, ya estamos comprobando que tampoco lo está siendo para Venezuela.

Recomendación

  • Al gobierno que revise opciones que permitan que, al salir de la pandemia, arranquemos un proyecto de unidad que no solo refleje la voluntad de la gente, sino que nos devuelva el ánimo necesario para reconstruirnos.
  • A las empresas, que hagan una introspección sobre su modelo de negocios y su viabilidad en el entorno post pandemia. Continuar sin cambios de fondo ya dejó de ser una opción

Vitrina Venezuela

Benjamín Tripier

Oposición fuerte

Para Venezuela es importante contar con una dirigencia opositora fuerte con vocación de poder y que no sea solo una alianza con propósitos electorales. A partir del 2019 eso se ha ido construyendo, ya más desde el punto de vista de la visión de futuro que del “Maduro vete ya” tradicional. La evolución que llevó a que algunos dirigentes opositores se integraran al ecosistema chavista, mostró una cierta cohesión principista, que fue alineándose detrás de Guaidó, quien en su lucha solitaria, se ha convertido para el resto del mundo en el paladín de la libertad. Claro que como con todo: “nadie es profeta en su tierra”.

Dicho lo anterior con respecto a la dirigencia política, hay que mencionar que entre ella y las bases hay una brecha importante, pues esa polarización radical que se observa con claridad arriba, prácticamente no existe a nivel de la gente, que en su gran mayoría -entre el 70 y 85%- rechaza al ecosistema chavista y a veces por convencimiento y a veces por default, se inclinan por el opositor. Podría decirse que internamente la oposición tiene a la gente y el chavismo tiene el poder.
La brecha se nota en cada acto público del gobierno donde se presenta un país que todos sabemos que no existe y está despegado de la realidad; y por el otro lado, la exitosa gira de Juan Guaidó no le cambia la vida diaria de padecimientos a esas bases.
La situación es riesgosa, pues si alguien como Guaidó no se conecta directamente (y sin partido) con esas bases, el sufrimiento puede convertirse en explosión y arrastrar a toda la dirigencia, de lado y lado, sumiéndonos en el caos.
Noticias Destacadas

  • Juan Guaidó: Sí hay riesgos en el regreso a Venezuela. Estados Unidos a Maduro: “Cualquier acción contra Guaidó tendrá consecuencia”.
  • La Corte Internacional de Justicia cita a Venezuela y Guyana para audiencias sobre pugna territorial (eso sí es un riesgo estratégico).
  • Fetraharina advierte que el inventario del trigo “está en cero” (¿de dónde está saliendo el pan entonces?).
  • El Aisami: “Vamos a elevar los aranceles a todos aquellos productos que en Venezuela estamos produciendo” (¿será el retorno de los CNP y la alcabala que representaban?).
  • Estados Unidos amenazó a Repsol, Rosneft y Reliance por sus nexos con Venezuela.

Lo que no es noticia _(y debería serlo)

  • Que “Guaidó aún no se ha percatado del sentimiento que ha despertado en el mundo su lucha solitaria por un país cuyos ciudadanos están dormidos”.
  • O que refiriéndose a los viejitos que la emigración dejó atrás, una siquiatra decía en tv que “el desamor duele como una quemadura de segundo grado”.
  • Ni que el uso de la palabra “usurpación” está prohibido por Conatel.
  • Tampoco que ahora, más que nunca, las empresas que puedan hacerlo deberían profundizar sus estrategias de RSE porque el hambre en este primer trimestre se ha incrementado.

https://www.eluniversal.com/economia/61423/vitrina-venezuela

Análisis de Entorno: Reseteo y reinicio

Benjamín Tripier

Todo es más lento, los servicios se dosifican con el temor permanente de que se suspendan, hay más empresas cerradas que abiertas, y la escasez ya es estructural, pese a algunas burbujas de abastecimiento (como la actual) que sabemos que no pueden durar a menos que haya cambios importantes en la filosofía de desarrollo económico y se privilegie la inversión por encima del gasto.

El país se ha gastado la bonanza, y casi no ha hecho inversiones. Y eso es muy triste porque no deja ni siquiera el recuerdo de haber disfrutado la fiesta, pues fue para unos pocos que se quedaron con casi todo.

La vulnerabilidad actual no es una sorpresa, sino que ya se anticipaba desde hace muchos años, con un modelo que no es sustentable, y solo puede extenderse en el tiempo cuando hay mucho dinero para disimularlo; que cuando comienza a escasear y se anuncia que habrá cada vez menos, entonces quedan a la vista todos los males acumulados: en 70 años los temas sociales y políticos, y en los últimos 20 años, los económicos y estructurales.

Como sociedad estamos llegando a un punto de hacernos inviables, y la mejor señal de alerta es la estampida de venezolanos, entre 3 y 4 millones, que es más del 10% de la población, huyendo de una situación en la que estamos mal y vamos peor.

Estamos muy cerca de ser “reseteados” como país, lo cual nos da la esperanza de “reiniciarnos”, y hace que la construcción del futuro ya no dependa del presente o del pasado, porque allí no hay nada a que aferrarse.

No se trata de dos instantes donde todo cambia, pues mientras dura el “reseteo”, y comienza el “reinicio”, corremos el riesgo de apagarnos.

Tenemos que concentrarnos en el presente y seguir trabajando con las condiciones reales para mantenernos activos, cada quien haciendo lo mejor en nuestros roles en la sociedad, tanto profesionales y personales, como en nuestra faceta política y ciudadana.

Ojalá el gobierno entienda que a él le corresponde la iniciativa (que no es ir a una mesa a tratar de retener el poder) de lograr que trabajemos todos juntos, porque por este camino, lo que hay al final, no es bueno para nadie.

Social

Las bases populares ya no tienen diferencias entre ellos y se han convertido en una masa homogénea y sufriente que ayuda a su vecino, así este sea de un pensamiento político opuesto.

La polarización y la ideologización, son un lujo que ya el pueblo venezolano no puede darse.

El CLAP, para mucha gente, es la única posibilidad de acceder a alimentos, y como su distribución está en manos del chavismo, pudiera dar la falsa idea de que porque alguien lo recibe, automáticamente cuenta con su lealtad y sentido de pertenencia.

Hoy más que nunca, la gente busca y quiere soluciones, vengan de donde vengan, lo cual puede ser una inflexión que desactive el “Síndrome de Estocolmo sociológico” donde estaba estacionada la base vulnerable de nuestra sociedad.

Política

Excepto por las amenazas de aquí y de allá, hemos vuelto a entrar en una meseta, que se parece mucho a las anteriores.

El chavismo ha identificado, y está trabajando con ellos, a una “oposición sensata”, de forma tal de contar con un microclima favorable, pues reconocen a Maduro como presidente –la mayoría participó en las elecciones del 20M2018- mientras que la otra oposición, la verdadera, la que tiene con ellos a las bases, no lo reconoce.

Es el tema de “las oposiciones” a que se refería Maduro hace un par de semanas. Son todos movimientos tácticos que nos retrasan el poder llegar a una solución de fondo, donde las cosas cambien para mejor.

Estamos jugando con fuego, y nos podemos quemar.

Económico

Los dos momentos económicos más relevantes para un país, son cuando está en expansión, y cuando está en recesión.

La revolución estaba “diseñada” para expansión, pero la realidad le ha puesto a tener que sobrevivir en recesión, y eso no está en ninguna de las referencias conocidas.

Se sigue aumentando el tamaño del gasto, no ya solo por la inercia inflacionaria, sino desde el punto de vista de la estructura, pues el Estado sigue creciendo, y ya a esta altura, eso no es financiable.

El exceso de gasto público versus los ingresos limitados -petróleo, minas, otros- nos asegura una inflación estructural, la cual podrá ser disimulada por políticas tipo el súper encaje (única medida que se puede decir que es antiinflacionaria), la cual por sí sola, no es suficiente, pues no hay manera de detener el pago a proveedores, ni la nómina del Estado.

Ha llegado el momento de hacer una revisión profunda de nuestra economía, y replantearse desde el Estado un cambio radical que debe ser hecho ahora, conjuntamente, chavistas y opositores.

Si esperamos por el cambio político, para ese momento, ya posiblemente hayamos caído en un desmembramiento anárquico que ponga en riesgo a la república.

Y es responsabilidad del Gobierno iniciar estas reformas, lo antes posible. Luego puede ser tarde.

@btripier btripier

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