

La terrible situación de Venezuela nos ha obligado, como a tantos otros, a huir del país hacia otros sitios con las consiguientes dificultades que eso implica: económicas para poder mantenerse en el nuevo país, familiares porque hay que alejarse de la familia y los amigos, sicológicas por la incertidumbre de nuestro destino futuro, dado el hecho aceptado por casi todo el mundo de que no hay salida a corto plazo del tremedal en que estamos metidos.
Mi esposa y yo decidimos venirnos a España gracias a mi pasaporte comunitario francés y estamos muy contentos aquí porque hemos sido bien recibidos, y porque con mucha facilidad hemos podido conseguir la residencia en España. Qué diferencia con Estados Unidos donde si usted consigue un trabajo legal tiene que esperar no menos de 7 años, renovando cada dos o tres años el permiso de trabajo, para que por fin le den la famosa Green Card que es la residencia legal, y luego necesita no menos de 5 años más para obtener la ciudadanía por nacionalización. Todas esas complicaciones que ya existían se han vuelto peores con el gobierno de Trump, quien tiene una política xenófoba, incluso en contra de la inmigración legal. Se olvidan fácilmente de que ese país surgió en gran parte por la enorme migración de irlandeses, italianos, alemanes y otros países europeos.
Me he dedicado a conocer, a través de la excelente prensa diaria y de la televisión, los problemas políticos y sociales más relevantes de España y creo que puedo transmitir una idea general de esos problemas, con el debido respeto y con las limitaciones que me impone el poco tiempo que llevo aquí.
El primer dato relevante es que España ha logrado ir saliendo de la crisis que se inició en todas partes del mundo en 2009 y que afectó seriamente a esta nación. Ya hoy se habla de un crecimiento del PIB de 3,1 % cuando llegó a ser negativo en 2012 y 2013. Por otro lado, de un desempleo de 26% en 2012 se ha logrado llegar a una tasa de 16%. Desde luego que 16% está muy lejos del pleno empleo, pero haber bajado 10% en 5 años demuestra un gran esfuerzo y un gran logro.
Un dato muy preocupante todavía es que el desempleo en menores de 25 años llega a un 36%. A estos datos indeseables se suma que cerca de un 26% de los empleos son temporales, no son indefinidos ni fijos, y esa temporalidad puede ser de unos pocos meses o incluso de unos pocos días. Además, cerca de un tercio de los empleos no son a tiempo completo sino parcial, generalmente a medio tiempo. Y estos datos de contratos a tiempo parcial y/o temporal son más frecuentes entre los menores de 25 años.
Otro aspecto relevante en el desempleo, o paro como lo llaman aquí, es la diferencia, enorme en algunos casos, entre regiones. En el norte en general, con la excepción del sur de Galicia el paro no es tan elevado; cifras entre 10 y 13 % son comunes pero todavía son menores en el país vasco. Pero en el sur de España, Andalucía, Extremadura, Murcia y Valencia, el paro es mucho mayor, siendo Andalucía la que vive lo peor con cifras de paro de hasta 30%.
Los sueldos en España son, en general, bastante magros. Eso se compensa parcialmente con el costo de los alimentos, que son baratos y de muy buena calidad, y también con la cobertura de la seguridad social, lo que implica gastos médicos cubiertos y medicinas muy baratas. El sueldo promedio anual es de 23.100 € pero la mediana de los sueldos es de 19.400 € y el salario más frecuente es de 16.400 €. Con estos salarios se hace difícil vivir con cierto desahogo en las ciudades importantes, por el costo elevado de la vivienda y de la luz y el gas para la calefacción en invierno.
El problema de los pensionados está de moda en estos días gracias a manifestaciones muy nutridas de los pensionistas, que protestaban porque solo le habían aumentado el 0,25 % en este año 2018. La pensión promedio para los jubilados es de 1.060 € al mes pero el 46% cobra menos del salario mínimo de 736 €, y la pensión más habitual es de cerca de 600 € al mes, con lo cual se colocan en el umbral de la pobreza. Además hay grandes diferencias entre comunidades autónomas, porque en Galicia y Extremadura el promedio es de 790 € mientras que en el país vasco es de 1.150 € al mes. Hay que tener en cuenta que durante los años de la crisis y todavía hoy, la pensión recibida por los padres sirvió, en muchos casos, para mantenerlos a ellos pero también a los hijos desempleados y en consecuencia a los nietos. Acabo de leer en El País un ejemplo de una familia andaluza de Cádiz que se mantiene con una sola pensión, con la cual cubren los gastos de la pareja de viejos, y a la vez subvenciona gran parte de los gastos de dos hijos que no tienen trabajo lo que incluye a cuatro nietos.
A mi juicio, uno de los problemas más graves en España es el asunto de las pensiones cuando se mira unos años adelante. Actualmente hay 9 millones y medio de pensionados. La población se ha ido envejeciendo y el adelanto en la atención sanitaria hace que sean muy frecuentes las personas mayores de 80 años. España, después de Japón, tiene la población más envejecida del planeta. El problema radica en que hay aproximadamente 2 personas cotizantes por cada pensionado, cuando, según estudios hechos años atrás, se necesitan no menos de 3,2 cotizantes por pensionado para poder mantener el sistema. El panorama que se vislumbra, a menos que hagan cambios sustanciales en el sistema de seguridad social, es que las pensiones irán disminuyendo gradualmente. De manera que las personas que tiene hoy 45 años, a las que les falta más de 20 años para jubilarse, cobrarán pensiones muy disminuidas.
En la base de este problema está la baja tasa de hijos por mujer que es de alrededor de 1,33, cuando se necesita no menos de 2,1 hijos por mujer si se quiere mantener la población actual. España se va haciendo cada vez más vieja y menos poblada, un problema gravísimo a mediano y largo plazo. Este es un problema común en Europa porque países como Grecia e Italia rondan la misma tasa de hijos por mujer.
El FMI acaba de hacer unas recomendaciones sobre España en las que señalan que, si se quiere llegar en 2050 a unas pensiones aceptables, tienen necesariamente que traer inmigrantes que coticen, hasta 5 millones, aumentar el % de cotización y disminuir el paro a cifras cercanas al pleno empleo. Medidas muy difíciles de llevar a cabo sin grandes costos políticos y económicos.
Para no quedarnos en lo negativo es necesario mencionar que España recibió 82 millones de turistas el año pasado. Después de Francia es el país del mundo que más turistas recibe. El turismo originó un ingreso cercano a los 60.000 millones de euros lo que representa como el 11 % del PIB. Estados Unidos tiene una cifra de turistas cercana a la de España pero el ingreso por el turismo es muchísimo mayor en Estados Unidos. Esto puede deberse a que España cuenta como turista a cualquiera que entra al país, aunque sea por un día, y la mayoría de esos turistas vienen de la misma Europa donde el tránsito es libre. Para ingresar a Estados Unidos hay que mostrar una visa, lo que puede llevar a que el turista promedio se quede mucho más tiempo y entonces el gasto por turista sea mayor. En 2016 el ingreso por el turismo fue de más de 200.000 millones de dólares en Estados Unidos.
Un hecho que me ha llamado mucho la atención es la diferencia económica entre comunidades autónomas que ya he mencionado. Si nos fijamos en la renta per cápita vemos que la comunidad de Madrid, el País Vasco, Navarra y Cataluña tienen valores entre 31.000 y 27.000 euros, mientras que en la cola están Andalucía con 16.884 y Extremadura con 15.752.
Los gastos en salud, educación y seguridad social muestran una gran diferencia entre autonomías, aunque esas diferencias no siguen el mismo orden que la renta per cápita. Se puede concluir que en el norte de España, especialmente en el País Vasco y Cataluña, hay mejores condiciones de vida y una mayor industrialización sobre todo si se compara con regiones como Extremadura y Andalucía.
Desde la aprobación de la nueva constitución en 1978, España ha vivido 40 años de progreso económico, social y político de lo que la mayoría de los españoles se sienten orgullosos. Hubo un período muy difícil entre 2010 y 2012 pero parece haberse superado. Es notable la diferencia en el comportamiento y los valores de todos en general, pero especialmente de los jóvenes, si los comparamos con lo que se vivió durante la dictadura de Franco, que fue un período de represión política y también religiosa. No hay que olvidar que la iglesia católica, lamentablemente, estuvo todo el tiempo al lado del dictador fascista, apoyándolo, a veces, hasta en sus acciones más repudiables.
Hoy en día la sociedad española es muy libre y muy dedicada a vivir a plenitud, en especial los jóvenes que tienen muy pocas restricciones en los aspectos sexuales. Sin embargo, se notan ciertas tensiones entre regiones por su historia, su lengua, y sus costumbres. Estas tensiones se hicieron muy evidentes en el País Vasco con el surgimiento de ETA que hoy está al parecer totalmente controlado. Y ahora se han evidenciado en el soberanismo catalán. Yo suponía que después de que declararon la independencia y proclamaron una república catalana independiente, un hecho ilegal e inconstitucional lo que obligó al gobierno español a intervenir en la comunidad catalana con el artículo 155 de la constitución española, y después de ver el deplorable efecto económico de esa declaración de independencia, por la huida de empresas, la disminución de las inversiones y del turismo, los catalanes iban a reconsiderar sus posiciones. Pero en la elección del 21 de diciembre de 2017 nuevamente votaron por la independencia, al darle a los partidos soberanistas la mayoría de escaños en el parlament de Cataluña. Hoy en día siguen empantanados en sus pretensiones antiespañolas y no han logrado establecer un gobierno estable de Cataluña después de tres meses de las elecciones.
La Unión Europea constituye uno de los logros más notables y positivos después de la II guerra mundial, no solo para los países de Europa que forman parte de ella sino también para el mundo tomado globalmente. Pero no se pueden ignorar una serie de limitaciones de este feliz experimento que pueden acabar con él tal como lo vemos hoy. Mantener el euro como moneda común en países con realidades políticas y económicas tan diversas como Alemania y Grecia es realmente difícil. En varios países como Francia, Italia, Alemania, han surgido partidos políticos antieuropeos, antiinmigrantes, generalmente de derechas, que han crecido bastante y constituyen una seria amenaza contra el proyecto de la Unión Europea. En las recientes elecciones de Italia, país cuya política es absolutamente enrevesada e inentendible, obtuvieron más del 50% de los votos dos partidos antieuropeos, uno de extrema derecha y el otro de centro izquierda. En Alemania, el partido Alternativa para Alemania (AfD) antieuropeo, antinmigrantes, medio fascista, es, según encuestas recientes, el segundo partido de ese país y sigue creciendo, en gran parte por la política de Merkel de apoyar la entrada de inmigrantes provenientes sobre todo de medio oriente, cosa que a muchos alemanes les perturba. El ejemplo más relevante de las fuerzas que tienden a la disolución de la Unión Europea ha sido el Brexit que permite a Gran Bretaña desprenderse de la Unión, por cierto a un costo elevado para los ingleses, muchos de los cuales están pidiendo sin mucho éxito un nuevo referéndum.
La social democracia y la democracia cristiana que fueron los soportes de Europa después de la segunda guerra mundial han ido cayendo en el desprestigio y en la falta de apoyo de los votantes. Merkel, quien logró a duras penas y con grandes costos políticos su cuarto mandato como Canciller de Alemania, y Macron, el presidente francés, tienen un plan de largo alcance para darle más vida a la Unión Europea. Veremos en los próximos años si logran ponerlo a funcionar para así alejar los peligros que se ciernen sobre Europa.
Soy un gran admirador de lo que en Europa se llama el estado del bienestar que se impuso en casi todo el continente después de la II guerra mundial, pero que ya había sido iniciado en gran medida en los países nórdicos y en Gran Bretaña antes de esa guerra. La idea fundamental del estado del bienestar es que todo ciudadano de cada país, por el solo hecho de ser ciudadano, tiene el derecho de ser atendido por el estado en áreas fundamentales como la salud, las pensiones de todo tipo, la educación, el empleo, y otros servicios sociales. Es un sistema que implica también una gran solidaridad entre los ciudadanos de cada país, sobre todo entre los que más ganan y los que menos.
Existen distintos modelos del estado del bienestar europeo, con resultados diferentes en cuanto a su éxito en mantener a la población en una posición económica y social de bienestar y de solvencia, pero lo esencial es que, con las variantes más o menos exitosas, es el sistema más justo, más humano, más solidario. Reconozco que es un sistema difícil de sostener económicamente, pero hasta ahora y después de decenas de años se ha mantenido, y si se planifica adecuadamente podrá seguir dando bienestar a los europeos por muchos años más.
El sistema económico y social de Estados Unidos es lo opuesto al sistema europeo. Es verdad que en Estados Unidos existe la educación gratuita en primaria y secundaria y ciertos programas de protección social como el medicare y el medicaid, pero estos últimos tienen un alcance limitado y atienden preferentemente a los más necesitados. La esencia del sistema yankee es que el estado no tiene la obligación de atender con sus servicios a los ciudadanos, de manera que estos tienen que ver cómo cubren sus necesidades de salud, seguros, empleo, pensiones, jubilación, etc. Es lo que se conoce como el capitalismo en toda su esencia, que algunos llaman el capitalismo salvaje. La clase media es la más afectada por este sistema porque los realmente pobres tienen programas específicos que los atienden. La clase media en Estados Unidos se ve enfrentada a elevados costos de seguros de salud y elevadísimos precios de las medicinas, y en general a un costo de la vida mucho más elevado que el nivel medio europeo. Para colmo, las tímidas medidas de Obama con suAffordable Care Act están siendo desmontadas por Trump.
Nota: las cifras sobre paro, sueldos, pensiones, etc relativas a España son confiables perono necesariamente definitivas y exactas, porque varían mucho entre las fuentes consultadas. En todo caso lo importante es que dan una idea apropiada de los problemas principales de España.