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Análisis de entorno: nacionalismo en repliegue y la intervención como esperanza

paloma
Tiempo de lectura: 9 min.

La agenda de estos análisis del entorno exige el seguimiento cercano de las señales frescas, que nos llevan a una conclusión inédita que consiste en que, por primera vez en décadas, los venezolanos (por inmensa mayoría) han resuelto que el nacionalismo no es suficiente para salvar la patria.

Por eso, en conversaciones con los referentes de siempre para llegar a conclusiones, la esperanza está puesta en una salida facilitada por EE UU, preferiblemente sin violencia, pero con liderazgo y resultados inmediatos.

La encuestadora Panterra, firma con sede en Londres que encuestó a 1.200 residentes del país sudamericano entre el 21 y el 31 de agosto, sirve como documento referencial fotográfico, pero no necesariamente como una película. En este caso tomamos estos datos como referencia general que complementamos con nuestras fuentes usuales, con intercambio personal de información, y con otras encuestadoras reconocidas como independientes.

Al cierre de septiembre de 2025, un pueblo históricamente nacionalista, incluso adverso a la injerencia extranjera, manifiesta ahora un apoyo creciente a la posibilidad de que Estados Unidos ayude a liberar al país del chavismo que secuestró el poder político. Esta constatación, obliga a repensar el escenario y las recomendaciones estratégicas del entorno. Algunas cifras clave sobre la percepción política y social en Venezuela son:

Tema

Porcentaje (%)

No se identifica con el socialismo de Chávez.       70

Maduro no es presidente legítimo.                         63

Maduro será derrocado en próximos 6 meses.   >50

Maduro caerá en siguientes 3 meses.                     36

Maduro más débil que hace un año.                        61

Maduro igual de fuerte que antes                            28

Maduro más fuerte que antes.                                  11

Apoya política firme de EE UU contra Maduro.     75 (no chavistas)

Apoya sanciones económicas amplias.               Mayoría (no chavistas)

Apoya intervención directa para remover/arrestar Maduro    Mayoría (no chavistas)

Familias regresarían con cambio democrático.      80 (no chavistas)

Quiere apoyo de EE UU a Machado/González.       Mayoría (no chavistas)

Prefiere negociación EE UU-Maduro.                      16

Prefiere exmilitares chavistas como alternativa.    5

Visión favorable de EE UU                                          55 (no chavistas) / 6 (chavistas)

Visión favorable de Trump.                                        44 (no chavistas) / 4 (chavistas)

Apoya futura alianza Venezuela-EE UU.                  75 (no chavistas)

Confianza en Machado liderazgo opositor.             78 (no chavistas)

Desea continuidad de Machado como líder.         >69 (no chavistas)

La encuesta muestra que gran parte de los venezolanos, especialmente los opositores al chavismo, consideran legítima y deseable una intervención internacional -incluyendo a Estados Unidos- para remover a Maduro, respondiendo al profundo desgaste social por la crisis, la persecución política, la desesperanza y el colapso institucional.

Los datos también confirman nuestros informes anteriores sobre que la percepción de debilidad del chavismo y la represión estatal, se interpretan como señales de agonía, generando expectativas en soluciones externas. Los factores que explican este giro incluyen:

  • el fracaso de las vías internas (elecciones, protestas, oposición tradicional) para producir cambios efectivos;
  • la emergencia humanitaria y el exilio masivo de venezolanos, que ven en una intervención una posible vía de retorno seguro; y
  • el desgaste del discurso antiimperialista, sobre todo entre los sectores opositores, ante la permanencia de Maduro y el bloqueo de cualquier salida democrática.

Esta semana, el entorno se hizo más claro y el humor de la gente abrió una nueva ventana de oportunidad para la liberación de Venezuela, que habrá que aprovechar antes de que vuelva a cerrarse, y el humor social vuelva a cambiar.

Porque esta larga agonía de poner cada vez más fuerzas militares en la frontera norte, pero demorar en hacer movimientos decisivos, pudiera rápidamente convertir la expectativa positiva que se creó, en una nueva desilusión, bajada de brazos y entrega al fatalismo de “a estos no hay quién los saque, y no se van más” y que la gente se entregue con el pensamiento de: “de todos modos, ya pudimos poner a salvo a gran parte de los nuestros (los 9 millones de la diáspora) y nosotros, los que quedamos, intentaremos irnos también”.

Por eso es tan importante la ventana de oportunidad que les mencionaba más arriba. Porque mi experiencia en temas de estrategia me enseñó que cuando esas ventanas se abren, duran abiertas poco tiempo y comienzan a cerrarse. Y si en ese lapso no se logró pasar por esa ventana todo lo que había que pasar, bueno, habrá que comenzar de nuevo…

Y el escenario inocuo, el de la inercia y la supervivencia diaria del chavismo en el poder, que es el que está activo ahora, pudiera extenderse mucho tiempo más, siempre deteriorándose progresivamente, pero sosteniendo el poder lo más que puedan.

Porque si sumamos el apoyo sustantivo a María Corina Machado y la percepción positiva hacia EE UU se presenta una apertura inusual a alianzas internacionales para provocar cambios políticos.

Lo que ya parece estar fuera de toda duda es que Venezuela se encamina hacia una transición inminente. La oposición se ha articulado en torno a Machado y Edmundo González Urrutia, quienes absorben la legitimidad acumulada, mientras el chavismo, cada vez más aislado, ensaya respuestas represivas y busca desesperadamente apoyos en el exterior, que ya no conseguirá.

Lo novedoso es que el nacionalismo, tradicional refugio de las élites revolucionarias, ha dado paso a la preferencia mayoritaria por la intervención extranjera, no necesariamente militar, sino también diplomática y económica, como única vía realista de cambio. Este giro confirma la irrelevancia a la que la revolución ha llevado los paradigmas tradicionales del chavismo, haciendo cada vez más viable cualquiera de los escenarios propuestos en este análisis: el optimista (entrega ordenada y transición negociada), el inocuo (que es el que estamos viviendo al momento de escribir este informe, con una persistencia agonizante del régimen sin cambios profundos), y el pesimista (ruptura violenta y colapso).

Resumiendo, los escenarios:

  • optimista: el chavismo, ante la presión interna y externa (con EE UU como actor central), cede y facilita una transición rápida, sin violencia. La masa opositora apoya pragmáticamente cualquier vía que permita finalmente el retorno democrático, y las élites pre-chavistas aceptan alianzas externas a cambio de estabilidad. Por cómo están dadas las condiciones, pareciera que este escenario tiene menos del 50% de probabilidad de ocurrir, considerando las profundas divisiones internas… Los que en informes anteriores llamábamos los “institucionales” abogarían por rendirse y entregar, mientras que los “radicales” quisieran resistir hasta el final y mutar en un movimiento terrorista bolivariano clandestino;
  • inocuo: el chavismo resiste el máximo tiempo posible, mientras la presión internacional y social crece, pero sin desenlace inmediato. Las encuestas proyectan que la paciencia nacional está al límite, y el apoyo a EE UU puede transformarse en expectativas volátiles o frustración si no hay resultados concretos. Este escenario es el que está ocurriendo, y su finalización conducirá a cualquiera de los otros dos escenarios. Pero en este, mientras tanto relevante, siguen moviendo piezas las que tal vez sean las que están retrasando el comienzo de las operaciones. Personajes como Rodríguez Zapatero, Grenell y Vollmer son piezas importantes que usa el “lado oscuro de la fuerza”. En algún análisis del pasado cercano les decía que “las negras también juegan”… bueno… ellos son las negras y siguen moviéndose en el tablero, esquivando amenazas, pero sin un movimiento más contundente de las blancas. Mientras el juego siga siendo solo en el marco de lo comunicacional, el chavismo seguirá vivo y rampante… muy golpeado y deteriorado, pero sosteniendo el poder y altos grados de gobernabilidad; y
  • pesimista: el chavismo se aferra al poder, desafiando la presión y generando una reacción internacional más contundente. Aquí, la apertura a una intervención de EE UU complica el margen de maniobra oficialista y puede detonar una crisis con episodios violentos, que la mayoría social desea evitar a toda costa. Por cómo están dadas las cosas, la probabilidad de ocurrencia de este escenario supera 50% y sigue creciendo, generando la natural incertidumbre impulsada por el factor sorpresa, de si se tratará de una escalada de menor a mayor, de activos de menos valor, creciendo hasta bombardeos, intervenciones de captura, y hasta de la no deseada por nadie, invasión propiamente dicha.

La apertura inédita del pueblo venezolano hacia una solución internacional, preferiblemente sin violencia, dinamiza el entorno de transición y refleja el agotamiento de los viejos paradigmas nacionalistas. Si los actores internos y externos aprovechan la ventana de oportunidad actual, la transición podría ser rápida y relativamente ordenada. Sin embargo, si la presión global y local se diluye o se prolonga el statu quo, la expectativa positiva se podría transformar en frustración crónica, expandiendo el escenario pesimista e incrementando el riesgo de conflicto.

La atención estratégica debe centrarse en propiciar consensos para una transición inclusiva y no violenta, reconociendo que el humor social es la variable determinante del desenlace en las próximas semanas, y del acompañamiento en el futuro inmediato post transición: La transición desde el momento t-1, el paso por el momento t, y los movimientos decisivos en los momentos t+1 hasta t+n, que es el gran futuro que le espera a la noble nación venezolana.

Ese espacio de cambio es el que debe administrarse, y revisar y volver a revisar, cuantas veces sea necesario, el curso de acción de los primeros días, día a día, hora a hora, minuto a minuto, reconfirmar qué es importante y qué es urgente, y qué va primero y qué va después… así como las cosas que hay que hacer simultáneamente. No hay que olvidar que se tratará de un proceso de cambio tipo big bang, y ese es un animal distinto y muy peligroso si no se maneja bien.

Recomendaciones

  • para el gobierno chavista (de salida): que, no pierda de vista los tres escenarios en su conjunto; porque el Inocuo que han venido manejando hasta ahora, les ha ido permitiendo una supervivencia del día a día, pero con un deterioro y aislamiento progresivo… adentro y afuera del país. Y que cuanto más tiempo estiren este escenario, menos posibilidades le dejan al escenario optimista, y todo el juego se vuelca hacia el pesimista, que es el que nadie quiere, porque todos quieren que entreguen por las buenas. Negociar una salida honorable, minimizando costos personales y daños futuros, dado que el margen se reduce con cada semana y la presión social ya abandonó la defensa nacionalista del estatus quo;
  • Para el gobierno electo (liderado por Machado y González): que deben redoblar la presión por una transición pacífica, alineando aportes de EE UU y otros actores internacionales a una estrategia no violenta (el país no quisiera guerra, sino cambio ordenado y seguro). Debe dejar claro que el tema del cartel y del tren, no tienen nada que ver ni con política ni con transición democrática, sino que responde a una estrategia regional del gobierno de EE UU. Y que el hecho de que se genere la necesidad de que Edmundo asuma, no es otra cosa que el cumplimiento del mandato popular del 28 de julio de 2024. Deben asegurarse de no mezclar una cosa con la otra… Porque el cartel y el tren se apoderaron de la bandera del nombre y de la institucionalidad… Y hay que quitárselos y restituirlos al noble pueblo de Venezuela; y
  • para los empresarios honestos y trabajadores (ya no perderé más tiempo con la dirigencia cooptada por el chavismo): que comiencen a hacer ejercicios de reflexión estratégica para explorar sus propias posibilidades, infraestructura y operaciones, para un entorno de apertura económica súbita, cualquiera sea el escenario que se presente. Ah, eso sí, si se siguen pegando al escenario Inocuo, estén atentos porque se quedarán pegados. Deberían poner más énfasis en cualquiera de los otros dos, pues para el que están viviendo ahora, no necesitan reflexionar mucho, porque ya están ahí… y están desde hace mucho tiempo.
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https://www.elnacional.com/2025/09/analisis-de-entorno-nacionalismo-en-repliegue-y-la-intervencion-como-esperanza